-¿Qué sucede Hazz? ¿Quieres más? Pídelo pequeño.- Louis habló con su voz ronca, completamente excitado por los gemidos del ojiverde debajo suyo.
-S-si lou…¡Ah! ¡Más Lou, m-más!- Harry intentaba hablar mientras jadeaba y gemía, su frente estaba completamente sudada haciendo que sus rizos se quedaran pegados en ella. Louis tomó un impulso, entrando más a fondo dentro de Harry y alcanzado nuevamente ese pequeño punto que hacía lloriquear al rizado. Harry ya no podía más, se sentía llegar en cualquier momento al borde del clímax, el pre-semen comenzó a salir de su miembro lentamente. Ya podía saborear la sensación del orgasmo.
-L-lou y-ya me vengo- Habló titubeante. Louis llevó una de sus manos al necesitado pene de Harry y comenzó a masturbarlo al ritmo en que iban sus embestidas, haciendo que un lloriqueó saliera de los labios de éste.
-Te amo Hazz.- Murmuró ocultado su rostro en el espacio entre la cabeza y el hombro del rizado.
-T-también te amo Lou.- Harry llegó al ansiado orgasmo en un gran gemido que hizo callar rápidamente mordiendo una de sus manos echa un puño y Louis lo siguió después, viniéndose con fuerza dentro del sudado cuerpo de Harry y llenándolo por completo con su esencia.
El castaño salió lentamente de adentro del muchachito ojiverde y se tumbó con pesadez a su lado. La habitación volvió a quedar en silencio; sólo la respiración entrecortada de ambos chicos se oía, tratando de recobrar el aliento. Louis buscó en la oscuridad los labios sandía de su novio y dejó un suave beso sobre estos. Los ojos de Harry le sonrieron cansados, luminosos, diciéndole tantas palabras con tan sólo una mirada mientras tomaba la mano de Louis y la entrelazaba con la suya.
No hizo falta palabras, sus cuerpos y miradas ya habían hablado suficiente aquella noche; ambos chicos lentamente cayeron en un sueño profundo, mientras afuera la fría nieve continuaba cayendo regalando sensaciones.
