Que tal esto como idea para una historia?¿Me atrevo?
Pongamos que te mudas a una casa nueva cuando tienes nueve años, eres una niña súper ilusionada con la idea de tener casa nueva, y sueñas con que sea una mansión, aunque sabes que no va a ser así; aun así, tu casa nueva es bastante más grande que el piso donde vivíais. Tienes la buena noticia de que la casa de al lado no está ocupada, y en la otra contigua vive una pareja bastante amable, justo lo que tus padres querían, unos vecinos amables. Poco después la casa donde no vivía nadie se ocupa por otra familia, también bastante amable, tú tienes once, y no se despiertan tus intereses por el hijo de los vecinos, que es bastante más mayor que tú. En esos momentos solo estas ocupada en tener más muñecas, más casas y más ropa para ellas. Creces un poco más, entras en la pubertad, tus hormonas despiertan y tu interés por tu vecino también. Se convierte en tu amor platónico. Te relacionas con él y estableces una relación de vecinos bastante buena, a pesar de lo tímida que eres, y que claro, es tu amor platónico. Tienes 15, os lleváis muy bien, y vuestra relación contiene ciertos piques que a ti te encantan, pero sigues siendo muy tímida, y obviamente, el interés no es mutuo, las cosas se quedan ahí. Tienes 17, él ya tiene una novia, y tu acabas de empezar a salir con alguien; has experimentado cosas, eres más madura, te olvidas de tu amor platónico y vuestra relación se hace mucho más fuerte en cuanto a amistad, ya no eres tímida con él. Después de casi un año, cuando ya tienes 18, lo dejas con tu novio, y ese interés vuelve a resurgir. Pongamos que esto se queda aquí. ¿Cómo sigue? No lo sé, aunque me gustaría saberlo, porque os acabo de contar mi historia.