alerbit

Se me hace bien locote que empecé esta cuenta a los 10 años, y el próximo año cumplo 20, chingatumadre esto de la universidad me esta torciendo bien canijo, la parte positiva es q ya mero acabo mi primer año:0

0Dyfivn

@alerbit Justo me acordé de ti anteayer, es bonito ver una actualización no tan antigua en tu perfil! ojalá tuvieras alguna red social pública para no perderte pista y apenas me doy cuenta de que tenemos casi la misma edad, deberías publicar tus escritos para tu escuela, extraño mucho tus obras, espero te este yendo genial en la uni tqm
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alerbit

Se me hace bien locote que empecé esta cuenta a los 10 años, y el próximo año cumplo 20, chingatumadre esto de la universidad me esta torciendo bien canijo, la parte positiva es q ya mero acabo mi primer año:0

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@alerbit Justo me acordé de ti anteayer, es bonito ver una actualización no tan antigua en tu perfil! ojalá tuvieras alguna red social pública para no perderte pista y apenas me doy cuenta de que tenemos casi la misma edad, deberías publicar tus escritos para tu escuela, extraño mucho tus obras, espero te este yendo genial en la uni tqm
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alerbit

Estoy reescribiendo Niña Chicle para que se pueda publicar en una antología de mi escuela, y el inicio, sin editar, ahora va así:
          
          La cosa con las mudanzas es que cada casa era más fea que la anterior. Y las casas, de todas formas, siguen siendo menos feas que la gente que vive en ellas. Llevaba media hora frente a la casa 31, esa de ladrillos, pintura blanca, dos pisos y tejas negras de la calle Garden, esa que era mi nueva casa, y ya la odiaba. Dos señoras ataviadas con vestidos floreados hasta los tobillos se habían acercado a mi mamá tan pronto como mi papá y yo nos alejamos, no sé de qué hablaban, pero imaginé que la invitaban a sus ventas de pasteles, las juntas de padres, la iglesia, preguntaron en qué trabajaba su marido y comentaron lo guapo que era su hijo. Yo me dediqué a meter cajas: comedor, cocina, baño, basura de Leo. 
          Arrastré basura de Leo arriba de las escaleras, escuché mis lápices de la escuela traquetear dentro, chocando con algo que sonaba como cristal, aunque no llevaba nada de eso. En el piso de abajo había un tápiz rojo feísimo que fingí no ver. Mi nueva habitación era más pequeña que la anterior, y olía a viejo. La ventana no daba a otro lugar que no fuera la pared gris de al lado y su ventana con cortinas crema. La casa número 32 igual era de ladrillos, pero sin pintura blanca, sino más bien un color sucio qué tal vez alguna vez fue gris. Detuve la puerta con basura de Leo y me acerque a la ventana para abrirla y ventilar el cuarto, con suerte, el olor a humedad de la casa desaparecería en unos cuantos días. 
          Y entonces, con la misma fuerza que un puñetazo en la nariz, el mismo borrón sangriento, la vi. Ella era… había algo muy incómodo en llamarle a las chicas, bueno, chicas, ella era una, pero parecía más una niña bajita, delicada, pálida como una aparición, lo que más resaltaba, sin embargo, era su cabello: rosado hasta la punta. Una cascada de dulce hasta los hombros, flequillo le caía por la frente hasta las cejas rubias.

alerbit

@ 0Dyfivn  Te la sabes de memoria?:000 asu, ni yo me la sé:000
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alerbit

@ 0Dyfivn  AYYY GRACIAS VEN Q TE ABRAZO❤️❤️❤️
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0Dyfivn

Teadmiromucho
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alerbit

Tengo ganas de reescribir Niña Chicle, pero agregando las cosas q no me atreví a agregar como q Leo era un bully y como casi sus amigos y él matan a alguien a golpes lo expulsaron, que Lily era una prostituta y efectivamente estaba embarazada y era lesbiana, bueno en fin, sueños guajiros.

alerbit

Entregué un trabajo con un retraso de un minuto y el profesor ya no me lo quiso contar porque dijo que un minuto era un minuto, debido a ese trabajo mi promedio en la materia terminó por ser de 7.
          
          Es la primera vez que obtengo una calificación de 7 en 5 años, la verdad es que no estoy muy segura de cómo sentirme porque sé que es una  tontería, pero igual me importa, y quiero intentar hablar con él, pero al mismo tiempo siento que tiene razón, rayos.

alerbit

Una vez escribí que todas las palabras sobre él, las que no dije, las que no voy a decir, esas que a lo mejor le hubieran gustado escuchar, se resumían en un dinosaurio verde. Pero él odiaba los dinosaurios, y su color favorito era el rojo.
          
          Nada, no era otra cosa más que una sonrisa bonita y yo una alcohólica delirante cuyo único vicio siempre fueron las lágrimas de lagartija.