@ alex_torres-0_0 bueno ahora sí,
—¿Qué edad tenía?
—El 79 y ella 63
—Wow y ¿No le afecto?
—En un principio si pero luego noté algo, ese pedazo de carne rancia, ese imbécil me dió los mejores años de su vida, yo lo viví, yo lo disfruté, con trabajo logramos conseguir un terreno y ahí construir nuestra casa, yo nos mantenía con lo de mi pensión y ya, no tuvimos hijos ni nada parecido así que solo lo único que le quedaba era media casa, y pareció que la edad lo volvió muy pendejo por qué me pidió el divorcio, sucedió todo y vendimos la casa, dividimos todo a la mitad, no supe que hizo con el, yo lo disfruté desde que se paró hasta que se aguado, es un viejo amargado que no tenía más que un poco de dinero y que lo mejy que tenía era a mí, el se lo pierde.
—Se perdió de un gran tesoro»
En eso le marcaron a la joven y ella se despidió, pero cuando estaba a punto de salir la viejita le grito:
«—¡No te asustes! ¡Y recuerda la felicidad dura hasta que dura dura!» la viejita volteo hacia mi y me guiño el ojo, al poco la llamaron para que entrara al consultorio
La joven ya se había retirado y yo me comencé a casi cagar de risa, tanta que una enfermera se acerco a preguntar si estaba bien. Ahora cada vez que tengo un día malo y recuerdo esa anécdota me muero de risa...
Lo único que me intriga es si ella noto que yo las estaba escuchando y por eso me guiño el ojo o si fue por otra cosa.