“mi pequeña Alexa,
Si estás leyendo esto, significa que el mar cumplió su promesa.
No sé si sigo en este mundo cuando estas palabras lleguen a ti, pero quiero que sepas que mi amor nunca se fue.
Estuve lejos, y el destino no me dio otra oportunidad para volver. Pero cada atardecer, en cada rincón donde me encontraba, cerraba los ojos y te veía ahí, esperándome en el muelle. Ese pensamiento fue mi refugio, mi fuerza, mi hogar.
Perdón por no poder quedarme, por haberme ido tantas veces.
Pero si algo aprendí es que el amor verdadero no necesita presencia, solo memoria.
Cuando el sol se oculte, mira al horizonte, Alexa.
Si el viento sopla fuerte, es porque estoy ahí, contigo, saludándote desde el otro lado del mar.
Tuyo por siempre,
Maximiliano.”
