Simplemente llega un momento en el que todo cambia. Te das cuenta de que ya no eres la de antes, que te quedas sola... Intentas que las cosas vuelvan a ser como en los viejos tiempos pero es imposible. Estas atrapada en un callejón sin salida. Te preguntas cuándo dejarás de sufrir y la respuesta nunca llega. A veces la vida nos da duros golpes y te hacen reaccionar, ya sea para bien o para mal. De repente el sentimiento te abruma y esa palabra está en tus labios, pero nunca sale. Y te quedas ahí, sóla, con un 'ayuda' atascado en la garganta por no ser capaz de decirlo. el callejón poco a poco se hará más pequeño y cuando quieras parar con todo sabrás que hay una salida pero que eres demasiado cobarde para hacerlo. Finalmente te mantendrás en ese callejón, oscuro y frío con tus pensamientos y temores y es entonces cuando sabrás que todo es tu culpa y que tú misma te has metido en ese camino.