llamar cicatriz a lo que tuvimos
sería reconocer que has dejado huella,
y no es que no quiera llevar
tus señas como el que porta galones,
de hecho,
en mi mirada,
si te fijas, en mi mirada
todavía se puede ver tu cara;
es que me niego a que se
cierre esta herida,
porque sería hacerte de menos,
y negar lo que tú y yo ya sabemos.