Un día cualquiera, en una tarde cualquiera, te buscare entre la hiedra, por el agua, entre las nubes, por debajo de las rocas, entre mis venas, te buscare hasta quedarme sin fuerzas, llamaré por tu nombre hasta quedarme sin voz, y cuando por fin te encuentre, cuando por fin tus iris se centren en los míos, jamás, jamás te dejare escapar, mis brazos se volverán cadenas y mi nombre será tu condena.









Pues que les digo, me gusta escribir, talvez no lo hago bien como quisiera pero lo hago de corazón, por favor aprecio sus sugerencias y comentarios, adoro sus visitas por cada una de mis historias, gracias...


Quedo a su total servicio y disposición.