—Es que mira esto —dijo mientras se acomodaba en mi cama, sosteniendo el diario frente a ella. Comenzó a leer en voz alta: —"Yo pensaba que era nuestro mejor momento, pero él aún seguía buscándola a ella".
Cuando terminó de leer, me lanzó una mirada cargada de enojo.
—Como siempre te digo: el hombre propone y la mujer dispone. Ella es una perrita que no sabe estar sola. —Sus ojos chispeaban de indignación. Luego, agregó con firmeza—. ¿Cómo pudiste perdonarlo después de todo?
Su pregunta me tomó por sorpresa, aunque ya la había escuchado antes. Era algo que siempre me hacía cuestionarme.
Me encogí de hombros, dándole una mueca que intentaba parecer despreocupada.
—Lo amaba, y él me amaba.
Luciana bufó y me miró con incredulidad.
—Y aún así te engañó —soltó, directa como siempre.
UF FACTS, es tan real para mí, no importa cuento te amén, aun así te lastiman.