Día cinco:
Por si se preguntan si, sigo aquí, tirada en el suelo mohoso, rogando para que mis pulmones se detengan, aunque el órgano que más me duele es él corazón, lo siento desangrar a cada instante.
Día cinco:
Por si se preguntan si, sigo aquí, tirada en el suelo mohoso, rogando para que mis pulmones se detengan, aunque el órgano que más me duele es él corazón, lo siento desangrar a cada instante.