La adolescencia es el limbo, al que muchas personas entran, pero muy pocas llegan a salir y salen con traumas e inseguridades, pero siempre las esconden para que nadie se de cuenta de que ellos quieren volver a ser niños, y volver a ser felices, para salir de ahí y no volver a entrar, para no repetir la historia de sufrir ansiedad, depresión o para ser entendidos por sus padres. En nuestra cabeza pasan muchas voces que nos dicen: "acaba con tu vida, ellos estarán mejor sin ti, no les importas", y esos pensamientos nos llevan al suicidio, con el cual creemos que es la escapatoria, pero no es terminar con nuestra vida, una vida la cuál nos hace falta vivir y disfrutar al máximo.
