aniquiIar

Tokyo y Lavínia.

aniquiIar

Y que el tiempo nos haga aterrizar donde solíamos estar; tú y yo sin escrúpulos a mostrarnos frente a los demás. Con mis manos sobre tu cintura mientras te mecías de un lado a otro tarareando una canción. 
          Ahora, veo como danzas a mi alrededor, dándome una razón a enternecer mi alma y sentirme inmersa en lo nuestro y lo bello que es tenerte de nuevo aquí, conmigo.

aniquiIar

Viajabas a través de mí con afable compostura, atípica, destacabas entre el gentío, lograste y seas la persona que yo amará como jamás he amado.
          Supe toque fondo cuando al despertar, no te hallaba en mis rincones cual musa sideral.
          Qué estúpido es pensar sería capaz de olvidar sabiendo y eso implica arrebatar una parte esencial en mi interior, intercambiando secretos que solo tú y yo comprendíamos, única razón a mantenerme a flote.
          Vivo bajo la incertidumbre si algún día nos volveremos a encontrar, sobre cómo estaríamos ahora si nada de lo sucedido hubiese quebrantado lo nuestro y si desde tu perspectiva continuo siendo especial.
          Una daga de doble filo hincándose en mi piel, era tu mirada bisbiseando el último te amo.
          Era tu mirada, que ya no me mira.

aniquiIar

Y cuanto más te pienso, sé no existe un destino en que en él no te encuentres tú.
Reply