había un chico en mi escuela que me gustaba, era (y sigue siendolo) hermoso, simplemente fascinante. yo, por alguna extraña razón sentía que era la primera vez en mi vida que alguien me embelesaba de esa manera, un amigo mio me hablaba de el y yo me emocionaba sabiendo que encontré a mi tipo ideal sin siquiera conocerlo, ingenuamente creía que tendríamos una conección pues su belleza me atorpeció. tuvimos una serie de miradas efímeras que no lograba descifrar, debido a mi suerte pude encontrar un filtro que me permitiera saber más de el y resultó que le gustaba mi pelo, además que supuestamente yo encajaba un 84% en su tipo ideal según aquel amigo cumpliendo la función de filtro. por medio de una carta anonima le confesé mi percepción de el ante mis ojos, sublime. a los pocos días me enteré que tenía novia y honestamente me decepcioné, traté de dejar de observarlo y aunque pude. sin esa pequeña descarga de serotonina que causaba en mi verlo mis días se sentían vacíos, el no era importante para mi pero el hecho de que _por lo menos_ el pudiera ser quien le sumaba una emoción a mis días insipidos si. no se trata de el, se trata de que mis días pasan uno tras otro sin cambio aparente y la existencia de alguien que me atrajera formaba un progreso y una adrenalina en mis días pero ya no más