Tras un mes y poco sin ser capaz de escribir absolutamente nada, he llegado a la conclusión de que estoy en pleno bloqueo de escritor (y puede que de lector tambien).
Mi estado de ánimo afecta directamente a las cosas que me llenan, y, a diferencia de la mayoría de escritores, la inspiración no me llega cuando estoy triste, deprimida o directamente no estoy contenta.
No os voy a mentir, no estoy pasando por mi mejor momento, y probablemente no salga de esta fase hasta dentro de un tiempo bastante largo, así que, lo siento.
Seguiré informando.