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siempre recordaré el veintinueve de julio a las ocho de la noche con doce minutos del año dos mil veinte.

me temo que no hay manera de que te escapes de mí, dean. estoy enamorado hasta los huesos.

no se me ha pasado el detalle de que mi esposo no tiene un pelín de curioso, es decir, los tienes toditos, amor mío. 

jamás pensé en tener hijos, o incluso casarme, francamente, entre a la aplicación en busca de amistades, pero mírame bien, termine enamorado, casado como unas treinta y cuatro veces, queriendo preñarte un sinfín de numerosas veces y queriendo una vida a tu lado (si se puede, todas las que se puedan)

mí chico está tan drogado de mi esencia y mi espíritu. 

[ invirtiendo* ] no hay manera en la que no termines halagandome con cada una de tus palabras, estoy tan dispuesto a complacerte que incluso ya arremangue las mangas de mi camiseta y ya armé un pequeño nido de almohadas simplemente para tu propia comodidad. mi precioso chico, en un principio añore las galaxias que tu mirada poseía desde un principio, pero parece que contempló constelación tras constelación cuando mis manos escalan por tus muslos, cintura, y tocan detalles minúsculos y jodidamente perfectos para mí —y externos, pero ellos no tienen permitido verte, sólo yo, sólo tu esposo y el papá de tus bebés— 

no hay retorno, no lo habrá. si a ti te gusta la sensación, ¿por qué debo de callar mis palabras y mis acciones? estoy perdidamente enamorado de ti, al punto de querer complacerte hasta en el detalle más pequeño. créeme que no pierdo mi tiempo, es más, contigo siempre lo estoy inviertiendo.

dudo mucho que haya sido yo quién te escogió, sé perfectamente que lo hiciste tú. un manojo de imperfecciones uniéndose con un chico tan sencillamente precioso en todos los aspectos. quisiera poder enamorarme nuevamente de ti, una, dos, tres veces. la sensación de haber descubierto de que eras el amor de mi vida y que no podía dejarte ir, es maravillosa.

qué ganas de besarte una y otra vez, es probable que si llegan a caracterizarme como una caricatura, mis ojos tiren corazones al verte.

lo veo tan cercano, lo veo como si hubiera sucedido hace un mes o dos meses, mi chico, no puedo soltarte, estoy tan jodidamente enamorado, completamente jodido de amor.

somos tú y yo, nuestros bebés y cada futuro integrante animal que busque nuestra protección como compañeros de hogar. cásate conmigo, mi vida no estaría completa sin ti.

finalmente terminé y volveré a clases a mediados de febrero, ¿quieres darme un besito o prefieres que lo haga yo? 

empecemos por el primero, de ahí veremos si somos capaces de soportar a dos bebés, pues es claro que allí estaré. 

pese que nuestros sentimientos sean iguales, nuestras acciones siguen concordando. me temo que no podré soltarte después de tantas coincidencias. eres el amor de mi vida, dean, lo sabías, ¿no? eres mí precioso chico, el único en mi corazón.

ya lo sabía, pero créeme que tengo una pequeña adicción por verte decirlo.

por hoy las marcas no persisten, porque este hombre sabe perfectamente que es mío, como también sabe que yo soy suyo.

amanecí más enamorado, con un poco o muchas ganas de perderme un momento en la unión de su hombro-cuello, y sencillamente besar miles de veces allí.