¡Atención, universo literario!

Hoy vengo a hacer un anuncio de suma importancia: SOY UNA AUTORA NO CONOCIDA PERO EN MI MENTE YA SOY UN ÍCONO LITERARIO.

Sí, sí, ya sé lo que están pensando. "Pero Alina, si nadie te conoce, ¿cómo puedes ser un ícono?"

Bueno, queridísimos lectores imaginarios, ¿acaso la Mona Lisa fue famosa de inmediato? ¿Acaso Shakespeare era una celebridad en Instagram? ¿Acaso los escritores renacentistas tenían que preocuparse por su engagement en redes sociales? NO.

Así que aquí estoy, tecleando con la dignidad de una autora en ascenso, trabajando en no uno, sino DOS libros a la vez, porque claramente no sé lo que es la paz mental:
	1.	El chico del coche - ¿Drama? Lo tiene. ¿Romance? Claro. ¿Posibilidades de que la autora llore mientras lo escribe? Altísimas.
	2.	Geometría de lo invisible - Una obra tan profunda que si fuera una piscina, no tendría fondo.

Ahora, sé que no soy famosa (todavía), pero quiero que sepan que cuando lo sea, voy a hacer declaraciones dramáticas en entrevistas tipo:

"Siempre supe que estaba destinada a esto. Escribir es mi vida. El arte fluye por mis venas. Mis lágrimas han escrito más capítulos que mi propia inspiración."

También quiero que quede claro que Alina Vásquez no es mi verdadero nombre. ¿Por qué? Porque el misterio vende, y porque el drama es un estilo de vida.

Y cuando llegue el día en que mis libros sean bestsellers, planeo mirar al horizonte y decir con voz solemne:

"Lo logré. Lo logré sin un plan, sin una estrategia, y sin saber cuántos capítulos debía tener cada historia, pero lo logré."

Mientras tanto, sigo aquí, escribiendo en pijama, alimentándome de ideas y expectativas irreales sobre la literatura.

Así que, queridísimo mundo editorial: ¡PREPÁRATE! Porque cuando Alina Vásquez llegue, LLEGARÁ CON TODO.