Ahh, mi pololita bonita. Tus besos son tan dulces como el caramelo. Tu sonrisa, un lucero que alumbró mi vida. Tus palabras tan dulces, y tú tacto celestial, me han llevado a otra dimensión. Mi linda, preciosa, y perfecta pololita, me tienes bajo tu hechizo. /tomar de la cintura y dar pequeñas vueltas.