Sin perder contra la lluvia. Sin perder contra el viento. Sin perder contra la nieve, ni el calor del verano. Con un cuerpo fuerte, sin tener codicia ni maldad. Siempre sonriendo en silencio. En cada día, tomar una taza de arroz, café, miso y vegetales para comer. En cualquier asunto, nunca tomarse a uno en cuenta. Mirar y escuchar bien, entender. Y nunca olvidar. A la sombra de los pinares en el campo. Quedándose en una pequeña choza de paja. Hay un niño enfermo en el este, iré allí y lo atenderé. Si hay una madre cansada en el oeste, iré allá y cargaré al hombro su fajo de arroz. Si hay un moribundo en el sur, iré allá para decirle que no hay nada de qué temer. Sí hay una pelea en el norte, iré allá para decirles que paren por qué no ganan nada de ésta. Derramar lágrimas en tiempos de sequía, caminar nervioso durante la helada de verano. Ser llamado inútil por todos. Sin ningún elogio. Queriendo que la gente deje a uno ser. Esa es la persona en la que me quiero convertir. 💚🧡