quiero hablar con él, decirle cuánto lo amo, cuánto lo extraño, recordarle que es el amor de mi vida. quiero acariciar su rostro una vez más, perderme en sus ojos una vez más, sentir que me ama una vez más.
ya no está, pero en mis pensamientos lo sigo viviendo. él está en todas partes: en cada silencio, en cada mirada perdida, en cada rincón de mi día.
ha pasado solo 1 día, y aunque parece tan poco, han sido suficientes para quebrarme en mil pedazos. porque lo estuve esperando, todo este tiempo.
vi una frase que decía: “solo se extraña lo que ya no existe”. pero yo sé que él sigue aquí, conmigo, porque lo llevo en mi corazón, en mi mente, en todo lo que soy. su presencia aún se siente… y al mismo tiempo, su ausencia también.
es una contradicción rara. no sé si seguimos siendo “nosotros” o si esto ya terminó, aunque él ya me lo aclaró, sigo sin aceptarlo. hoy entendí que quizá no debería aferrarme tanto a la incertidumbre de por qué quiso hacer lo que hizo, o por qué me hizo esperarlo tanto tiempo, sino tratar de comprender qué sintió para decidir alejarse.
y aunque duela, lo único que quiero de verdad es que esté bien, que encuentre paz, que todo mejore, que, de algún modo, podamos volver a lo que fuimos, aunque dudo que pase, es lo que más anhelo y quiero.
sé que sí vamos a estar bien.