
drogad0sss
Los ojos aún adormilado del peliverde se abrieron ligeramente ante la voz de su novia, especialmente cuando comenzó a regañarlo por algo que no entendía muy bien debido a la falta de claridad por el sueño. El chico solto un gemido al tiempo que estiraba su mano tomando así la muñeca de su novia. ── uhm... mami, no me gusta que te molestes. ── murmulló y dejo caer su cara en las sábanas desarregladas otra vez sin poder despertar del todo, quizás por el efecto de la droga. ── solo fue un poco de coca, amor... juro que está vez no fue heroína. ─ admitió, haciendo parecer que una droga era menor grave que la otra, o bueno, eso parecía a su punto de vista. Levanto un poco la mirada solo para observar la expresión de molestia en la cara de su linda novia haciendo que se sintiera mal por aquello y gruño suavemente. ─ bien... lo siento. ─ dijo entre molestia haciendo que su mano acariciará el muslo de su novia extrañando el contacto.

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Apenas y lograba distinguir los murmullos de su novia, tratando de maquillar un poco el olor a humo que se había adherido a su ropa optó por usar perfume. Abrió la puerta del baño y abrazo a su novia por detrás mientras se relajaba ante el cigarrillo que hacía efecto en su cuerpo. ── me gusta más la pasta, bonita. ─ murmulló apretando suavemente la delgada cintura de Carla. Trato de recordar lo que le había mencionado mientras hacía una ligera mueca y observaba el pollo cocinarse. ─ Sabes que quiero a ese mocoso... ¿pero no pueden contratar una niñera? mierda, quiero tenerte conmigo. ─ el puchero en sus labios hacia clara la evidente molestia ante el compromiso que aquejaba a su novia, sin embargo sabía que no podía hacer nada para hacerla cambiar de opinión y simplemente se rindió mientras se separaba de ella y se dedicaba a preparar la salsa como lo pidió. ─ ah, tu padre siempre tan cariñoso... quisiera regresarle las palabras bonitas que me dedica. ─ Andrés decidió concentrase en la tarea asignada dejando que los envolviera el sonido de la carne cocinandose disfrutando el momento de comodidad. Dejo la salsa terminada a un lado observando a su novia cocinar y soltó una ligera risita. ─ eres la cosa más sexy que he visto... ─ dijo mientras daba un apretón juguetón al trasero de la mujer pasando por detrás de ella de forma intencional fingiendo querer ayudar a cocinar. ─ gracias por preocuparte por mi... juro que quisiera ser mejor para ti. ─ al terminar de decir las palabras que usualmente repetía con sinceridad: beso su mejilla de forma cariñosa abrazándola nuevamente a pesar de las quejas juguetonas de la chica porque la comida se quemara mientras estaba apresada en los brazos de Andrés.
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El hombre se quedó observando a la chica tratando de procesar aquellas palabras, se arrastró ligeramente hacia ella cuando sintió su peso sobre la cama abrazando su cintura. Respiro, obteniendo aquel dulce aroma que amaba. ─ lo intento... es difícil. ─ Andrés se aferró a la vitalidad y cariño que irradiaba la rubia como un pequeño cachorro. Una tonta sonrisa se pintó en sus labios al escuchar que incluso después de que el se consideraba una decepción para ella; ella aún pensaba en el. ─ ¿sabes que te amo, mami? ─ sus brazos rápidamente rodearon el pequeño cuerpo de la mujer disfrutando la cercanía y besando su cabello. ─ si... gracias por pensar en mi. ─ soltó una risita ronca sin querer soltar a la chica y besando su rostro con cariño y fervor. Lentamente la dejo escapar de su abrazo y su mirada se desvío rápidamente a la bolsa negra por la que antes fue regañado. ─ solo déjame conservar un poco de hierba, mami.
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