Ya quiero ver a los Arctic Monkeys en octubre, son la banda de mi pubertad/adolescencia y una vez hablando con un amigo de la infancia caímos en cuenta de que, a pesar de que ahora conocemos a músicos que han madurado de mejor manera y que representan sentires más importantes ahora a nuestros 20s, los monos se siguen sintiendo algo muy nuestro. La autenticidad del Whatever the people say (...) sigue brindándonos energía con su casi-punk y sus riffs infecciosos.
Aunque mi álbum favorito siempre fue el casi-siniestro Humbug, en el que la mano de Josh Homme es evidente y que durante la secundaria me voló la mente y creí que no había música igual en el mundo (hasta que descubrí a Queens of the Stone Age), aún ahora, en un intento de no perder la capacidad de asombro, me sigue pareciendo un trabajo sólido, el pináculo de la carrera de Alex como letrista, ¿Es algo atrevido asumir eso en su, apenas tercer álbum?
En fin, la verdad es que los trabajos más recientes han perdido ese factor :O para mí, o es que ahora tengo otras cosas en que fijar mi atención, sea cual sea la verdad, espero que ese concierto se sienta como reencontrarme con ese amigo que no ves desde la preparatoria pero que cada que te sale una de sus historias en instagram no puedes evitar pensar: "Qué bien me cae ese sujeto".
