𝘼𝙉𝙉𝙄𝙆𝘼 𝙅𝙊𝙉𝙀𝙎.

Buenas noches. Oh yo me encuentro bien, sin hacer nada en particular.  

ഒ* Con los siglos, la princesa aprendió a controlar su sed y a utilizar su poder para proteger a su pueblo desde las sombras del castillo. Muchos creían que su timidez era un rasgo noble, pero quienes lograban acercarse descubrían en ella un encanto juguetón que hacía temblar hasta a los guardias más rígidos. Aunque amó tanto a mujeres como a hombres, jamás permitió que ninguno descubriera la verdad de si misma, eso le aterraba. Durante la Gran Niebla Carmesí, Annika salvó al Reino al pactar con espíritus antiguos, dejando su alma marcada con runas que solo brillan bajo la luna. Ahora, tras cuatro siglos de silenciosa realeza, todos murmuran que la princesa sigue igual de joven, sin imaginar que su corazón late más por voluntad que por vida.

ഒ*  Annika Jones Nightwell nació el 5 de mayo de 1625, bajo un eclipse rosado que los astrólogos del Reino interpretaron como un “presagio de belleza y desgracia.”Desde pequeña demostró una dulzura tímida que contrastaba con la mirada sedosa y coqueta que llevaba sin darse cuenta. A los dieciséis años, tras un misterioso accidente nocturno en los jardines reales, despertó convertida en «algo» que la condenó para siempre, portando un secreto que la familia coronada juró ocultar. Su vida, alargada por la inmortalidad, se fue tejiendo entre rituales prohibidos, guerras que vio nacer y morir, y amantes de todos los reinos que quedaban prendados de su presencia ambigua. Aun así, Annika siempre prefirió esconderse tras cortinas de terciopelo y bibliotecas antiguas, temiendo que su don eterno fuese también su condena.

No a todos les gusta, pero eso dejo de importarme, tu atención es la única que necesito.  ╱dejó un sutil beso, sin ninguna intención de por medio, antes de separarse lentamente de aquel abrazo.
            Se detuvo un instante, admirando en silencio el rostro de la más pálida, cada facción le parecía de lo más fantástica y deseaba poder memorizarla pronto.
            
            Yo jamás me aburriría de ti, espero que sea mutuo..
            Lamento tardar un par de décadas en aparecer pads molestarte.

La próxima vez debería considerar mejor la idea de no separarme de ti, no fue muy grato, ¿quien me escucharía si no eres tú?  ╱ sonrió con total honestidad, dejando que su rostro se fuera escondiendo de poco en poco en el cuello ajeno, intentando olfatear más de aquella colonia frutal.
            
            Espero que no te hayas arrepentido de nuestra “cita”

Kyky!  ╱ los orbes café de la rubia se iluminaron por un breve instante al divisar la silueta a lo lejos, con rapidez dejó el libro en el estante justo como estaba, perfectamente acomodado.
            Y corrió hasta la azabeche, rodeando con sus brazos su cuello en un abrazo cálido aunque algo aplastante.
            
            Se que no fue mucho tiempo… pero ¿suena raro si digo que lo sentí como una eternidad? 
            No se que me has hecho… pero te extrañe mucho.

╱ Galinda  pareció comprender en ese preciso instante que no debía hablar más de ese tema, pues era algo sensible para la de orbes azules.
            Más sin embargo ella tenía la ideología de que un abrazo podía ayudar a mantener cálida el alma, así que con cuidado rodeó sus brazos en el cuello de la más alta, parándose de puntillas para que así ambas estuviesen a la misma altura.
            
            Nada es completo si le prestas la debida atención que merece, y se que es repentino pues apenas nos conocemos pero yo lo haría, me tomaría el tiempo de entenderlo, entender tu sentir.
            Nunca serías un monstruo para mi, sin importar cuantas voces (incluida tu) quieran implantarme tal atroz idea.

Espero no haber hablado de más.. es la primera vez que me ocurre lo juro por el meñique ╱ en un suave movimiento su cara se inclinó a la mano ajena, cerrando los ojos con ligereza dando un indicio de que las caricias le gustaban, aún si le ponían las mejillas de un tono carmín.
            Le era una sensación completamente fascinante de experimentar.
            Me gusta tu nombre, usualmente soy de poner apodos y créeme, ya te habría dicho miles pero ¿y si te incomodo con ello? No quiero verme intensa o algo parecido.   ╱ sus orbes se abrieron lentamente para poder conectar con los adversos, quería hacerle ver que la “notaba” que cada pequeño detalle le era un todo. 
            
            No soy alguien que se asuste con facilidad , aunque mentiría si no te digo que me causas mucha curiosidad ¿eres un ser con magia como mi amiga Elphaba? 
            Quiero saberlo todo, soy confiable.

Oh… pues nunca he probado esos sabores, supongo que debería ser señal del destino para abrirme a nuevas experiencias ¿no crees? ╱ le sonrió con calidez, tocando la punta de la nariz adversa con su índice, con una mezcla de jugueteo y ternura.
            No creo ser tan tan interesante pero claro que lo haré, solo si me cuentas más de ti. ╱ una risita salió de ella antes de mirarle con curiosidad, bajando su tono de voz, pues sentía que la confianza entre ambas comenzaba a fluir.
            Veamos.. me llamo Galinda, Arduenna aunque si deseas los honoríficos entonces Lady Chuffrey , soy originaria del pueblo comercial de Frottica, en las colinas de Pertha de Gillikin , la provincia norteña de Oz, suena muy raro yo lo sé pero si fuera por mi, el nombre sería otro.
            No me gusta enfrascarme con las opiniones que los demás digan de mi, no me considero “egocéntrica”  o “inoportuna” pero tal vez lo descubras pronto.
            ¿Que más? Estudio en Shiz, una universidad con varias carreras si pero yo especialmente deseo especializarme en magia, hasta hice un ensayo para Madame Morrible “varitas mágicas, son precisas o preciosas” pero creo que no le agrado mucho…