—La rubia llega con dos canastas, en una hay bolsitas de galletas y en otra hay tarjetas, toma una cosa de cada canasta— Para ti, momone —Le extiende las cosas—
*Observó con asombro cómo la pelirrosa se elevaba y despegaba hacia el cielo, y luego hacía de piruetas para poder escribir lo que le había pedido.
Aplaudió satisfecho y alegre cuando la chica estaba aterrizando* ¡Perfecto! ¡Sabía que podía contar contigo!