B. S. Morher

-Echo de menos lograr conciliar el sueño poniendo mi cabeza 
          sobre tu hombro, como si nada más importara. Mis problemas sólo se esfumaban en ese momento.-

Le tengo miedo a la vida. Le tengo pavor a la muerte. Vaya limbo en el que me he metido.

Lamento todo el tiempo que desperdicié, creyendo que eras la persona más hermosa del mundo. Nunca lo fuiste.

Ya no tengo nada que decirte. Todo lo que alguna vez guardé y deseé que supieras, lo terminé escribiendo en una carta que prendí en fuego al terminar.

Siendo la motivación un tipo de energía que te hace seguir, y siendo que la energía no se crea. Entonces, ¿de dónde rayos la obtengo?

...pero entonces al volver a la realidad,
          todas esas pequeñas historias perfectas dentro de tu cabeza
          comienzan a despedazarse para volver a ser nada,
          una vez más.