g-goldenfreddy
Por fin habían hecho el anuncio oficial, había estado pactado hace meses y ese mismo día se había subido, en todos los periódicos del país, que Evan o más bien Golden volvería a los escenarios en una gira completa por el territorio. Ese mismo día se había subido al primer jet que lo llevaría a la ciudad más cercana y poblada, donde sería su primer concierto en un teatro con pocas personas: gente que podía pagar el show en tan solo unas horas.
Habían decidido prepararlo en el mismo jet, su cabello ya estaba listo y solo faltaba los detalles en su rostro, por lo que se sienta esperando al maquillista. Evan contrató a todo su antiguo equipo exceptuando al maquillista, porque su anterior se había ido de la ciudad.
bunnybxn
@g-goldenfreddy Debido a su concentración, no se percató realmente de la mirada del rubio, pero no pudo ignorarla cuando escuchó su voz, deteniéndose por unos segundos. No lo esperaba, pero no era sorpresa. De vez en cuando sus clientes buscaban conversar. —Kellen.—Respondió con simpleza, su mirada enfocada en cada uno de los rasgos del rubio antes de volver a su trabajo; debido a su complexión, no necesitaba mucho y en unos minutos debería estar listo.
g-goldenfreddy
Evan había escuchado la breve recomendación del nuevo maquillista, que era reconocido por algunas personas de su círculo por la brevedad de su trabajo y la efectividad de este. A este no le podía dar más igual, pero algo que no esperaba era la juventud del mencionado.
Sus ojos se vieron atrapados en la figura de su nuevo empleado y después en su rostro, ¿esto era un hombre? Había visto mucho en su vida, pocas cosas tan impresionantes como lo que veía su rostro.
—¿Cuál es tu nombre?—Cuestiona enfocado en él, no sabe cuánto va a durar este nuevo interés, pero parece distraerlo lo suficiente.
bunnybxn
@g-goldenfreddy Era oficialmente su primer día como maquillista del famoso Evan Charlène, y decir que estaba nervioso era decir bastante poco. A decir verdad, no sabía mucho sobre el rubio, pero su estatus era suficiente para ponerlo nervioso. No quería decepcionar, ni mucho menos dejarle una mala primera impresión, así que apenas se le indicó se acercó a él y se presentó brevemente. —Soy el nuevo maquillista, y trabajaré con usted el día de hoy. Eso fue lo único que dijo antes de empezar con su trabajo. Algo que había aprendido de trabajar con ciertos clientes era que debía ser conciso con sus palabras, y la opción más segura era ir directo al grano: el trabajo, así que se dedicó a eso nada más.