He puesto Tiám y Kilig en borradores por ciertas cosas que me incomodaban. Para empezar, todo transcurría demasiado deprisa, algunos cabos quedaban sueltos e inconclusos y la historia no tenía ni pies ni cabeza (no tenía sinopsis). Todo por mi afán de narrar y sorprender desencadenó en pura verborrea. Sé que había poca gente leyéndola pero aún así se merecen una explicación. Lo siento. La tendréis de nuevo pronto.