⠀───⠀ in-ho era menor que él, un omega jóven qué le había alentado a seguir incluso cuando él quiso rendirse, despedirse del omega para dejarlo ser feliz, pero el omega le demostró tantas cosas y ahora estaban juntos. los padres del menor aún dudaban de él, todavía le guardaban rencor por lo que le hizo a su hijo, no los culpaba por ello, los entendía, sí el tuviera un cachorro al cual le hicieron daño estaría igual o peor que ellos.
su intención nunca fue separar a in-ho de sus padres pese a que su omega se la pasaba en su departamento, el cual era de ellos dos, antes había estado opaco cuando llego, pero el omega fue para llenarlo de color, de su aroma, cada decoración que había en ese lugar correspondía al omega, habían varios cuadros de ellos cuando eran más jóvenes, muy diferente a lo que eran ahora.
él se había convertido en un alfa más grande, tosco, con su expresión aparentemente siempre neutra y sería, pero con su omega podía sonreír como un niño, podía jugar con él sin miedo a ser juzgado o que el menor lo acusara de ser un alfa débil, pese a que ahora todos lo veían como un alfa imponente, una alta criatura llena de músculos pero en realidad con in-ho seguía siendo el mismo de siempre.
lo que muchos no sabían es que toda su vida lo trataron como un alfa débil y torpe cuando podía demostrar muy bien su virilidad al intimar con su omega, no era el alfa precisamente dominante pero sabía complacer a su omega, cosa que pocos alfas lograban sin que su omega estuviera fingiendo, los alfas solo buscaban su propio placer, pero él no, a él le encantaba ver a su omega temblar, gemir, verlo poner sus ojos en blanco y correrse entre gritos.
sus encuentros sexuales eran pocos, respetaba a su omega, siempre lo había hecho, desde que eran jóvenes, sus interludios eran únicamente cuando su omega lo quería y al parecer el menor