Hace años, cuando aún estudiaba en el escolar, leí un libro que me encantó, tanto por su escritura como por sus ilustraciones, tanto que incluso me impulsó a escribir historias cortas que a pesar de ser muy malas, me encantaban, también a siempre imaginar situaciones y desarrollar mi escritura.
El libro estaba ilustrado con una preciosa portada en la que se reflejaba la imagen de una bella mujer que parecía ocultarse bajo la piel de un asno muerto. "La chica con piel de asno", creo que se títula.
Aquel libro narraba la vida de una joven princesa cuya belleza sólo era opacada por la de su madre, la cual, antes de morir, hizo prometer a su esposo, el Rey, que la olvidaría y se casaría con la mujer más hermosa del reino, su hija.
No quiero agobiarlos con mi escritura ya que tiendo a alarga el texto y ser específica así que lo resumiré. La joven princesa escapó, se ocultó entre los campesinos cubriéndose con aquella túnica y pasando desapercibida para los guardias del Rey, un joven príncipe, que se enamoró de ella al escuchar su dulce voz, se atrevió a espiarla descubriendola cuando se sacaba la túnica y notando que además de su voz, ella era la criatura más hermosa que había visto, le pidió matrimonio a lo que la princesa aceptó y volvieron al Palacio a hacerlo público, el Rey aceptó su matrimonio para evitar la infelicidad de la viva imagen de la reina y ambos se comprometieron.
A lo que quiero llegar es que el Príncipe, no se enamoró de la princesa por su belleza física, fue por su voz.
Tu no te enamorarás de mis libros por sus portadas, si no por su contenido, ese dicho al cual mencionan mucho, hace referencia a esto. "No se juzga a un libro por su portada". Tal vez ya lo has escuchado miles de veces, pero todas las veces que te lo dijeron eran ciertas.
Si juzgas mis libros, déjame decirte que no te daré un sermón sobre como ser un buen lector. No lo mereces, deberías irte y hacer lo que mejor sabes hacer: Juzgar.
- JoinedApril 21, 2015
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