me acabas de recordar aquella vez donde literalmente la cocina de mi padre explotó. no me permitió acercarme a menos de unos cinco metros por lo que quedaba de año.
¿no hay nada más en casa? las galletas son buenas, pero no alimentan lo que se debería.
y, ya he comido, bueno, tomado. solo tuve tiempo para preparar una taza de café.