Nunca dejes que nadie convierta a uno de esos gigantes que vive en tu imaginación, en una bola de papel al viento. Se el ingeniero de tus ideas y el cocinero de los detalles más profundos de ti mismo. Pues como escuché decir una vez a alguien lejano: nos alimentamos de nuestro pasado y soñamos futuro. Revela tu alma al aire y deja que ella intente juzgarla, pero mientras encuentras la manera de entenderla, sé feliz con los gigantes que solo tu sabes crear.