✧ ˚ 　· 　　 .

 ๋࣭ ࣪ ੭ inclementia  ๋࣭ ࣪ ──/la mueca en su rostro se pronuncia ante la mención de aquel nombre, sintiendo cómo cruza con más énfasis sus brazos, encogiéndose de hombros a fin de mostrarse indiferente. sí, e-esa, hmph. /responde a secas, dejando que el silencio se expanda tras la última pregunta, mostrándose incómoda por tener que justificar el motivo: mejor dicho, ¿no era obvio? muerde su labio inferior, acercándose a aquel con ligero enfado. ¿c-cómo que "por qué"? ¡p-porque eres mi novio! /dice en un impulso con algunas lágrimas saltando de sus cuencos. ¡p-pero ustedes siempre están juntos en público y.. y.. aunque soy tu novia real, nosotros debemos hacerlo a escondidas! ¡es tan.. tan injusto! /abulta sus labios, arrugando su mentón en consecuencia, mientras mira sus zapatitos, apoyando su frente contra el pecho ajeno. y-y.. ella es linda, talentosa, inteligente..  todos lo dicen, que se ven bien juntos.. /susurra aquello último, tomándolo de la mano, un poco más pensativa. me dan ganas de decirle que eres mío, para que dejen de hablar tonterías.

(( @iIove-u ))
            
            ˚ ₊ ‧ nicholas ❀୭̥ °.────/en medio de aquel bosque al que solían reunirse en secreto, el muchacho parecía extender una manta sobre el suelo con tal de que ambos pudiera sentarse y pasar la tarde libre juntos, sin embargo aquel comentario logra alertar sus sentidos provocando que eleve la mirafa hacia la dama, confundido.   ¿divertirme? ¿con anelisse? /sus palabras muestran un tinte pesado al recordar tal suceso, amargandose unos segundos ante la incómodo que había sido convivir con la rubia y laa fingidas sonrisas que sólo lograron mantener tensadas sus mejillas todo el día, aún así la bombilla en su cabeza logra prenderse. La sonrisa que se esparce por su rostro es maliciosa aunque trata de esconder esa felicidad para nada sana en su pecho.   ¿por qué lo dices, clem?

 ๋࣭ ࣪ ੭ inclementia  ๋࣭ ࣪ ──/parpadea por el halago, bajando finalmente sus manos exponiendo el rostro enrojecido y titubeante sobre si creer o no en aquel halago. p-pero, mis mejillas se ven.. tan gordas rodeadas de esta cosa y.. y.. /sin embargo no puede seguir con los descontentos respecto a su traje, ya que pronto deja que su mirada viaje a lo que llevaba puesto el más alto, logrando que la damita sintiera su corazón acelerarse en consecuencia. ¡t-te ves.. súper, súper, súper guapo! /afirma sin dudarlo, bueno, de hecho, era incapaz de ver cualquiera de los desperfectos de aquel disfraz, pues para ella bastaba ver el lindo rostro de su novio para sentirse embelesada con su perfección y todo el resto quedaba en segundo plano. podría jurarse que, incluso con un costal de papas, inclementia no dejaría de verle como el hombre más atractivo del mundo. u-uhm.. aunque si no te gusta el amarillo deberías decirle al señor sastre que lo cambie.. /susurra, delineando con su índice la tela, bajar con éste por su brazo. p-por cierto, ahora mismo soy como tu.. ¿madrastra, no? /cuestiona frunciendo el ceño, antes de reírse, acunando las mejillas de aquel. tengo un hijo muy lindo, heh.. ♡

(( @iIove-u ))
            
            ˚ ₊ ‧ nicholas ❀୭̥ °.────/se había desecho de la ridícula y pequeña capa roja que rodeaba su cuello, creando una mueca al saberse que no podría soportar siquiera el traje a menos que tuvieran que rediseñarlo de nuevo con unos tintes menos llamativos. En medio de comentarle al sastre sobre los futuros arreglos a su vestuario, sus ojos viajaban por el salón en busca de aquella melena oscura a la que tanto deseaba ver. Por fin parece dar con ella, apartandose del adulto con tal de ir en la búsqueda de la fémina, inclinandose sin poder evitarlo sobre ella con tal de evidenciar su presencia. Sonríe enternecido ante su reacción, acuclillandose con tal de tomar suavemente sus muñecas para poder apreciar su enrojecido rostro por la vergüenza.   no tengas pena, clem.. te miras tan linda ♡. /sus palabras melosas pasan desapercibidas gracias a que todos conocían el caracter dulzón del muchacho, sin embargo sus ojos llenos de un profundo cariño demuestran la sinceridad en su corazón. Llévase las manos ajenas a las mejillas, pestañeando bobalicón en un acto de verse adorable.   ¿cómo me veo? ¿demasiado anticuado? odio el amarillo. 

 ๋࣭ ࣪ ੭ inclementia  ๋࣭ ࣪ ──¡u-ugh..! mh.. /un quejido, seguido de unos ojos que se apartan para no responder a la pregunta de aquel. vuelven a verle, y se van; vuelven y van indecisos, tratando de mantener aquel semblante firme como decidido ante sus ideales.. sin embargo, poco dúrale aquel teatrillo, que pronto cede con un suspiro y el rubor en las mejillas. no.. no eres un estorbo.. /acepta, frunciendo el ceño por haber caído nuevamente ante los encantos de su novio, mientras le toma la mano para caminar puertas adentro del local. ¡pero no digas nada raro! ¿entendido? s-sólo compro y nos vamos. /explica señalándole con el índice.

(( @iIove-u ))
            
            ˚ ₊ ‧ nicholas ❀୭̥ °.────/en ningún momento la dama le había pedido que la acompañara en todo aquel trayecto, sin embargo el pelinegro desde el primer momento en que pudo apartarse de sus amigos decidió por seguir tranquilamente a la fémina hasta permamecer a su lado cual dócil mascota. Sus palabras sólo hacen que su semblante decaiga, mostrandose cual can rechazado por su dueña a la hora de pasar tiempo con ella.   ¿por qué no? sólo quiero dar un poco de ayuda.. ¿soy un estorbo para ti? /musita bajando la cabeza a la par de aquellas orejitas imaginarias que demostraban pesar, aunque muy en el fondo se encontraba sólo molestando un poquito a su novia. Estar o no al tanto de que iban a comprarle ropa interior a la menor no significaba la gran cosa, ya la había visto por completo antes..

 ๋࣭ ࣪ ੭ inclementia  ๋࣭ ࣪ ──u-ugh.. mh.. /pequeños sonidos guturales son guardados en su garganta, escondidos bajo los hipidos y logrando que se vaya calmando lentamente con los ósculos que son abonados por su piel. no.. /le mira unos segundos, finalmente correspondiendo el abrazo y apoyando su mentón sobre las clavículas ajenas. n-no tienes que hacerlo solo, yo también.. hmph, y-yo también quiero ayudarte, después de todo, deseo estar junto a ti, siempre.. /reclama, con las lágrimas ya no cayendo tan.. descontroladamente, sólo con la respiración ligeramente entrecortada.

(( @iIove-u ))
            
            ˚ ₊ ‧ nicholas ❀୭̥ °.────/mantiene la unión de ambos en aquel abrazo, observandole con cierta tristeza ante el manojo de dudas y nervios con el que se desenvolva la joven en cada palabra, culpandose de más en una situación que al final fue decisión de dos.   no me arrepiento tampoco de nada, clem, fue algo muy especial para mi también. /apretujala entre sus brazos en un afán de afirmar que con quien se encontraba era la adorable brujita que con hipidos se alzaba lloriqueando, robandole un suspiro aliviado una vez la escucha aceptar su propuesta. Baja el rostro en busca de depositar suaves ósculos por sus mejillas, tratando de limpiar un poco las líneas que caen cual pequeñas gotitas.   no te culpes ¿si? buscaré la manera de que ambos podamos estar juntos.

 ๋࣭ ࣪ ੭ inclementia  ๋࣭ ࣪ ──/las primeras palabras la estimulan como un alivio que logra calmar las aguas de su tormentoso corazón. su mirada eleva, inclinando su rostro hacia aquella mano que la sostenía con ternura, aunque pronto se alarma por las siguientes palabras. no era lo que ella quería decir, en absoluto. ¡no! /exclama alterada sin contenerse, tomando de las mejillas al mayor para retener su atención. ¡n-nunca me forzaste! ¡yo.. yo era la que quería! /aclara, haciendo rebotar sus rizos revoltosos en aquel impulso de esclarecer el asunto. ¿c-cómo.. cómo podrías pensar que soy dulce cuando..? ¿c-cuando.. ni siquiera consideré en... en el peligro en que te podría poner..? hic.. /una pequeña lágrima cae por su mejilla, hasta llegar a su mentón. p-pero aunque quiera preocuparme por.. por ti, al final yo.. n-no me arrepiento de nada y.. y.. estoy tan feliz de estar juntos, ¡aunque sé q-que está mal y.. podría causarte p-problemas! pero odio más la idea de.. estar lejos, h-hic.. ¡soy tan egoísta, no soy nada dulce! /expresa ya sin poder evitar sollozar, sintiéndose más culpable al experimentar la dulzura de su novio. aunque las lágrimas la invadían y empeoraron cuando él corresponde su sentir, ella asiente fervientemente a la invitación, soltando finalmente sus mejillas. ¡m-me encantaría ir a una cita..! /suelta entre hipidos, tallando sus ojos.

 ๋࣭ ࣪ ੭ inclementia  ๋࣭ ࣪──/lentamente levanta los párpados, hallándose con aquella sonrisa honesta, tan pura como la de un infante y aquellos orbes que la miraba con una devoción absoluta, bien creída desde su perspectiva como imposible: nunca antes conocida. las palpitaciones en su pecho se precipitan como si se acumularán todas juntas en un mismo segundo, sintiendo los oídos ensordecerse por segundos. ¡oh, pero al contrario de aquel, el corazón de inclementia amenazaba con estallar todos los días que lo veía, a cada segundo, desde la primera vez que le conoció! sólo un ciego no podría haber notado cómo la mirada esmeralda siempre iba en dirección de él, cómo los nervios florecían y toda sensatez la abandonaba cuando inhalaba su aroma, era bendecida por su presencia o simplemente le pensaba. u-uhm.. /pronto algunas lágrimas se amontonan, logrando que la mujercita se pusiera de puntitas y extienda sus brazos hasta rodear el cuello ajeno, acercando sus rostros. ¿de verdad..? ¿me lo prometes, me lo juras..? /susurra, besándole los labios, incrédula, como si de un sueño se tratase. tendrás que repetírmelo todos los días, porque no creo.. poder asumirlo tan rápido. /suspira contra sus belfos, una vez culmina el ósculo, sonriéndole con ternura, aquella sonrisa que aparecía ocasionalmente con aquel: pues los nervios le jugaban en contra para expresar que, incluso en la tormenta que él provocaba, había algo de paz. me gustas.. me gustas, me gustas.. /confirma una vez más, volviendo a besarle. 

(( @iIove-u ))
            
            ˚ ₊ ‧ nicholas ❀୭̥ °.────/aunque la renuencia de la fémina es efímera, agradece que le permita ayudarla con la ropa, procurando ser lo más cuidadoso que pudiera al subir la ropa interior hasta ajustarla a su cadera, sí bien en un primer instante no quiso pensar en otro tipo de cosas; mantenerla tan cerca aceleraba su corazón de una forma increíble. Ser consciente de su amor era un arma de doble filo que lo convertía en un hombre deseante de todo su cariño.   por supuesto que si.. espera un momento, preciosa. /pide al elevarse sólo un poco con tal de que sus manos tomaran aquel cierre y pudieran subirlo al lugar correspondiente, tan absorto estaba en ello que tomado es por sorpresa por aquel beso en su frente. Bate las pestañas con completa confusión, enderezandose para poder apreciarla unos segundos en silencio. Sus mejillas no tardan colorearse, mostrando a la par una sonrisa encantadora al encontrarse dichoso por escuchar tal comentario. Era cierto, ninguno había confesado del todo sus sentimientod y, aunque él mismo tenía sospechas sobre el corazón de la menor, confirmar que él era el único en el sólo le hacía latir con fuerza el suyo.   tú también me gustas.. me gustas mucho, inclementia. /su semblante es sereno, elevando las manos hasta acunar el rostro de su brujita, pidiendole de forma indirecta que abriera sus ojos con tal de verle.   me gustas tanto que siento que mi corazón va a explotar en cualquier momento..

 ๋࣭ ࣪ ੭ inclementia  ๋࣭ ࣪ ──/con la mirada en su ombligo consideraba todo lo que estaba mal en aquella habitación, no porque experimentara arrepentimiento por lo acontecido, sino porque.. ¡habían sido demasiado descuidados al haberse dejado llevar! ¿y si alguien los escuchó? ¿si la vieron entrar? ¿si.. si..? oh, pobre villanita, bien se caracterizaba por ponerse nerviosa, ansiosa y sobrepensar hasta el mínimo gesto. sin embargo, el beso en su frente logra esfumar con celeridad todo aquel remolino de pensamientos, dejándola mansa con los brazos cayendo hacia el lecho y la mirada trémula hacia él, ruborosas mejillas, ojitos devotos. m-mh.. /sólo puede soltar un quejidito apretujado entre sus labios, mientras se mueve hasta quedar al borde de la cama, con las piernas tambaleándose hacia el suelo. puedo.. puedo hacerlo sola, Nicho.. N-no te preocupes.. /susurra aun así extendiendo su pierna para ayudarle a aquel a empezar con su ropa interior, la cual seguía algo pegajosa, al igual que la entrepierna de ella. era difícil pensar ante tal situación vergonzosa, sólo podía sentir a su corazón latir y derretirse ante la ternura del masculino. apoya sus manos en sus hombros y luego se deja colocar el vestido, pues.. no había mayor que hacer con el pobre sostén tirado a un lado. ¿puedes.. subirme el cremallera? /pide todavía sostenida en él, esperando que terminara el trabajo. debido a la cercanía de estar ella ligeramente elevada sobre él, pues Nicho estaba de cuclillas mientras que ella sentada en el sofá, la impulsa a darle un besito en la frente, cerrando sus ojitos con emoción. ¡u-uhm..! mh.. ¡me gustas! /suelta sin poder contener más lo que sentía, no animándose a abrir sus párpados.

En la soledad de la planta baja, ella permanece a su merced, temblando cuando siente su aliento contra su oído y aquel tacto en su cintura que le hace sentir suya. Sin pensarlo, dejándose llevar, rodea con sus brazos el cuello de aquel, mirándole con las lágrimas conteniéndose de derramarse. ──Yo te.. t-te extrañé más, mucho.. mucho más.. ──suelta ocultando su rostro en el pecho ajeno, arrimándose en búsqueda del consuelo que el príncipe representaba. ──Todo es.. e-es tan solitario sin ti.., tan a-aburrido.. ──confiesa, mientras el agua salada caía por sus mejillas. 
            
            ──Perdón.. y-yo.. yo no soy buena.. P-por mi culpa.., por mi egoísmo.. t-tu destino.. 

Mantuvo sus párpados cerrados, allí elevada en su revoltijo de sentimientos que, cuál efecto somático le evocaba una sensación de mareo. Esperaba ansiosa por su respuesta, el rechazo; expuesta vergonzosamente a los juicios de aquellos alumnos que se encontraban alrededor, peor aún, hallábase vulnerable a la opinión de los hijos de importantes cuentos, en los que ella parecía un "error" más que uno de ellos. 
            
            ¿En qué estaba pensando al ir hasta allí? ¿Por qué decidió guardar la esperanza de ser amada por aquel? Todos los días se convencía de que era imposible, eso nunca sucedería y, de hacerlo, era un error, pues como confirmaban los murmullos que la rodeaban: eran de dos mundos distintos, nunca podrían estar juntos. Sin embargo, ¿cómo pretendía que bastaba estar alejados para acallar esos sentimientos? Al contrario, parecía que tuvo el efecto contrario, la espera sólo acrecentaba en ella las ganas de verle. Por eso, cuando lo vio en la fiesta lo confirmó, que estaba condenada, condenada a quererle por siempre y que su amor incondicional habíase teñido de los negros colores de la codicia, ya no era suficiente estar sólo a su lado.. quería ser suya, y quería que él fuera de ella. No era buena, no era.. pura, lo cual le daba ganas de llorar, ¿cómo Nicho, tan amable, podría querer a un corazón tan sucio como el de Inclementia?
            
            Pero las lágrimas frenan cuando él la llama, cuando la sostiene con gentileza y la acurruca contra su pecho. Sus dígitos no tardan en aferrarse a la chaqueta de aquel, sintiendo que aquel era su lugar favorito para llorar; para ser vulnerable. ──Nicho.. ──murmura su nombre, queriendo decir tantas cosas e incapaz de decirlas a la vez. Termina presa de los arrebatos masculinos, escapando de aquel lugar, donde las críticas y los rumores empezaban a hacerse más ruidosos.

──estuve esperandote toda la noche.. ──revela dando un par de pasos hasta la fémina; puede escuchar las veces tras suya, pero su atención recae en sostener con dulzura las manos ajenas en busca de que suelte de una vez por todas su arrugado vestido ──debí haber ido antes.. lo siento ──entrelaza los falanges entre sí, tirando del cuerpo ajeno en busca de envolver el pequeño cuerpo contra su pecho cual forma de asegurarse que el suceso no se trataba de algún espejismo de su mente ansiosa, y quien lo estaba invitando era realmente «su inclementia».
            
            Los murmullos aseverando que el príncipe había caído completamente ante el hechizo de la villana no se hacen esperar, pero éste opta por empezar una travesía con su compañera por las escaleras hasta ser capaces de llegar a la planta baja ──te extrañé mucho.. creí que.. me odiabas ──murmura contra la oreja impropia, deslizando los dígitos con tal de apresar su cintura al guiarla junto a él hasta la pista de baile.

♡

Permite que él le limpie, sollozando desconsoladamente como un pequeño pajarito en su nido, a la espera de que vuelva su madre. Esa extraña sensación de tristeza, pero a su vez el cosquilleo que entremezclaba la confianza que por él sentía para llorar libremente y.. la añoranza que rezaba por que les perdonasen, para que no volvieran a separarles. 
            
            Ello no ocurre, pues la figura que irrumpe no es otra que aquella con la potestad de.. hacerles abandonar toda esperanza. Ella permanece llorando, pero ya sin poder disfrutar del contacto del príncipe, sobre quien escucha se le encargan tantas cosas con el fin de mantenerlos alejados. El camino a partir de ahora, ya había sido construido, pareciendo que no sería posible para ambos jóvenes corazones, transitarlo juntos. Pensar en ello, termina apagando lentamente a la villana, quien suelta las últimas lágrimas antes de despedir a su más querido, con quien se va también el brillo de su mirada. No corresponde a su despedida, pues sabía que era imposible que volvieran a verse más tarde.
            
            Un escalofrío la recorre cuando siente una mano apoyarse en su hombro, encontrándose con la secretaria que había apreciado la escena tras el imponente hombre que ejercía como director. El mismo habíase ya retirado, pues bien acreditaba su fama de pasarse sus días en la oficina, más que involucrándose en demasía en los asuntos de los niños. Claro, a menos que cruzaran la raya como en el caso presente. Inclementia aprieta los labios, y mira al suelo, dudosa.
            
            ──¿Realmente esto es lo mejor? ──pregunta al aire, sin recibir ni esperar respuesta.

Pero las palabras mueren antes de poder ser profesadas puesto que aquel imponente hombre abre la puerta de la oficina, recibiendo al par de implicados que había puesto patas arriba la escuela. Aprieta los labios, aborrecía al director con todo su ser, pero al mismo tiempo el temor natural que cualquier alumno le tenía, o por lo menos aquellos que fueran consciente de lo sospechoso que podía ser era suficiente para tenerle respeto/miedo. Una mirada basta para hacerlo retroceder un paso, soltando con pesadez el rostro de la joven.
            
            Un simple {«joven nicholas, la señorita anelisse lo necesita en la clase de damisela en apuros, gestión de reino-hogar y princesología»} lo hace ser consciente que el hada buscaba apartarlo a como diera de lugar de la villana, remarcando el lugar que le pertenecía {«no llegue tarde, yo acompañaré a la señorita grimhilde»}.
            
            Aprieta las manos, llevándoselas tras la espalda con tal de no mostrar ninguna descortesía, asintiendo muy a su pesar. Vuelve a mirar una última vez a la pelinegra, sintiendo una aflixión tan grande que senta ahogarse de saber que no podría terminar de explicarle la situación ──te veré luego.. ──asegura, girando sobre sus talones con tal de trotar hacia el lugar donde se le había indicado. Pobre príncipe, no tenía idea que esa sería la última vez en un par de semanas hasta poder ver a la menor.

──nicho, nicho ♡.. yo te amo más.., más.. me encantas, te adoro.. ♡ ──susurra, continuando con sus ósculos por su mentón, mientras sus manos habían bajado a acariciar sus hombros y parte de su pecho, volviéndose repentinamente la mujer en un gatito mimoso, desesperado por afecto. ──estoy tan feliz.. de ser.. t-tuya ♡. ──suelta sin pensar, besando su nariz, para luego frotarla con la propia, soltando ligeramente sus piernas que, hasta entonces encarcelaban las caderas ajenas, impidiéndole alejarse.

──¡a-ah.. mgh..! u-uuf.. ♡ ──con los labios entreabiertos ella entierra sus dedos contra la piel de la espalda masculina, ajustando sus rodillas contra sus oblicuos y estirando las puntas de sus pies cuando siente el líquido tibio llenarla completamente. su rostro se acurruca contra el cuello ajeno, sintiendo escalofríos recorrerla de pies a cabeza ante la extraña sensación que la embarga en aquella experiencia que, sobre todo, era estimulante, placentera y no podría poner en palabras lo bien que se sentía. más siguientes embestidas que se entierran hondamente en sus entrañas, terminan por tocar unos nervios sensibles de su interior que logran hacerle alcanzar el orgasmo tan anhelado. gime el nombre del causante de su éxtasis, sufriendo de espasmos exquisitos por toda su anatomía, mientras su vagina daba sus últimos "suspiros" al succionar y apretar al miembro todavía dentro suyo, como si todavía no lo dejara abandonarle o, mejor dicho, no queriendo que la separación entre sus cuerpos nunca ocurra. 
            las mimosas palabras que arrullan su oído provocan exhalaciones vaporosas como respuesta al afecto verbal, torpes y precarias, pues su mente se hallaba nublada por el sexo experimentado, como culminación de un amor que creía no correspondido y repentinamente habíase visto elevado en brazos del príncipe. su anatomía se relaja hasta dejarse caer en la cama, aún sostenida por los brazos de aquel. sus manos viajan al rostro masculino, acariciando sus mejillas y reencontrando sus labios, muchas veces en besos inocentes. 

Ese pensamiento sólo lo hace temblar aún más a la par en que murmura mimosas boberías en su oído ──te amo, te amo, te amo.. ──repite una y otra vez sin poderse separar ni un centímetro de la brujita, quizás un tanto aletargado al dejar caer sólo un poquito de su peso sobre ella, notandola contraerse contra su miembro aún dentro, robandole gemidos graves una vez es la fémina quien parece llegar a su culminación.