Después de ese, las réplicas han sido mejores y aunque algunas veces los sentía siempre me aseguraba de estar protegida y atenta. Las personas del sur han estado durmiendo en su patios fronteros porque temen a que les pase algo si están adentro. Sacaron alimentos enlatados, agua, jugo, matres, sábanas y ropa para poder dormir y alimentarse. Escuelas destruidas a punto de empezar las clases y la ventana del Caribe se derrumbó. No cuento esto para que me tengan empatía sino que tengan consciencia de lo qué pasa y me ayuden a orar por esas persona y para que no siga los temblores ni ocurra uno grande. Si no eres creyente de Dios ni de su palabra, no importa porque lo único que quiero es que pongan todas sus esperanzas para que no ocurra nada más fuerte y no haya tanta destrucción. Si hay alguien de Puerto Rico aquí leyéndome, espero de todo corazón que estén bien. Que Dios los bendiga a todos y a sus familias.