⋆｡𖦹 ° Xander

— "Tu corazón es tan frágil que puede romperse como el cristal." 
          
          En la fragilidad de tu ser, como cristal,
          late un corazón, vulnerable, singular.
          Susurra el viento secretos de ansiedad,
          temiendo que el amor lo pueda quebrantar.
          
          Siendo tan frágil como el cristal,
          Prometo amarlo con lealtad.
          
          Refleja en sus matices un palpitar,
          un eco frágil que no deja de temblar.
          El cristal del alma, sutil y tierno,
          se resguarda, temiendo el duro invierno.
          
          Cautivo en su fragilidad de espejo,
          pulsa notas de un sentir tan viejo.
          Cristalino y claro, pero temeroso,
          guarda sus suspiros, delicado y hermoso.
          
          En el juego del amor, como cristal fino,
          se rompe, se cura, es un eterno destino.
          Así late el corazón, frágil crisol,
          tejiendo versos de un amor.
          

En el rincón del tiempo, donde el reloj se detiene,
          nuestro amor florece, y sin prisas, se mantiene.
          Nada de amor sin compresión, solo un lazo fuerte,
          un eterno susurro que el viento lleva a dónde quiere.
          
          Como estrellas perdidas en la vastedad,
          nuestra conexión persiste, sin necesidad
          de promesas vanas, ni juramentos sin fin,
          somos el verso libre en un poema sutil.
          
          En cada mirada, un pacto sin palabras,
          en cada beso, un respiro del alma;
          un lazo indeleble, que en el corazón se graba.
          No buscamos promesas de cuentos de hadas,
          solo la realidad de nuestras vidas entrelazadas.
          
          El amor eterno, no en palabras grandilocuentes,
          se construye con risas, complicidades y instantes.
          Somos viajeros del tiempo, sin medidas, sin límites; con amor eterno y promesas de vidas pasadas en donde juramos encontrarnos. 

En la oscuridad de la habitación lúgubre y fría, descubrí que quiero que me toques.
          
          Tocame en el corazón, toca mis viseras mientras siento mi respiración quejarse entre gruñidos débiles. 
          
          Toca mis bordes mientras siento que estoy muriendo. 
          
          Toca mis labios mientras la fina cuchilla de tu amor me corta como simple papel y mi gélida tez tiembla ante tu dulce y suave voz. 
          
          Hazme sentir que muero una y otra vez solo para revivirme entre tu lengua y toqueteos grotescos. 
          
          Dame vida dejándome beber de tu herrante néctar y revive mi calor con tu saliva. 
          
          Pero no dejes de tocarme. 

Que guapo eres.

Podría sentir a diario una punzada de hambre hacia ti y encontrar alimento con tan solo mirarte. 

Hace mucho que no te escribo algo, toma.
          
          "Temblor del alma".
          
          En la penumbra del deseo,
          mi corazón late con anhelo.
          Azotes del amor, cruel placer,
          mi alma se entrega, sin entender.
          
          Susurros de dolor y pasión,
          un juego intenso, sin redención.
          En la danza de lo prohibido,
          nos perdemos, en lo compartido.
          
          Tiembla el alma, se entrega al dolor,
          un amor masoquista, sin pudor.
          Entre susurros y gemidos,
          nos perdemos en nuestros sentidos. 
          Entre ronroneos y suspiros,
          Nos perdemos en un abismo.

"Susurros de noche."
          
          Bajo la luna, danzan susurros ardientes,
          fuego en miradas, pasión en cada instante.
          Labios que se encuentran en un eclipse fugaz,
          un amor intenso, sin medida ni paz.
          
          El deseo es un eco en la piel que se enciende,
          como llamas que bailan, el ardor se comprende.
          En la penumbra, se entrelazan dos almas,
          un lazo intangible que el tiempo no embalsama.
          
          No hay clichés en este verso apasionado,
          sino un fuego que arde, un amor desatado.
          Palabras que queman, sin caer en lo cursi,
          un poema vibrante, de pasión extravagante.

"Bals violento." 
          
          En el rincón oscuro donde amor y odio se abrazan,
          se teje un verso con pasiones que desgranan.
          Obsesión que arde como llama sin compasión,
          un torbellino de emociones, turbia unión.
          
          En el corazón, un nudo de contradicciones,
          amor y odio, danza de fieras sin restricciones.
          Besos que saben a dulce veneno amargo,
          caricias que arrastran consigo un desagrado.
          
          La obsesión es la sombra que no se desvanece,
          un lazo que aprieta, aunque el alma perece.
          Amor que duele como espinas clavadas,
          odio que embriaga, en almas encadenadas.
          
          Así, en la danza caótica de estos sentimientos,
          se entrelazan versos, entre amores y tormentos.
          Todo se realiza en una especie de bals violento, 
          en dónde nos besamos mientras apuñalamos nuestro cuerpo. 

Quisiera que está noche tú vinieras y sintieras mi amor. 
          
          Necesito que vengas y sientas mi corazón. 
          Ven, siente como palpita. 
          
          Cómo se muere por tu calor. 
          
          Ven, siente como suspira. 
          
          Cómo se retuerce por tu razón. 
          
          Ven, vamos, desnuda mi alma.
          
          Ven, vamos, desnuda mi cuerpo.
          
          Necesito tenerte en mis brazos, verte de nuevo y hacerte el amor.
          
          Adrenalina bien pura, eres una dulce y terrible adicción.
          
          Ven, siente como tiembla .
          
          Cómo se mueve por tu fijación.
          
          Ven, siente como jadea.
          
          Cómo se derrite por tu respiración.
          
          Necesito tu calor mientras me muero por tu amor.
           
          

Te quiero chingar.