cosmikzai

EL futuro es espacio,
          	espacio color de tierra,
          	color de nube,
          	color de agua, de aire,
          	espacio negro para muchos sueños,
          	espacio blanco para toda la nieve,
          	para toda la música.
          	
          	Atrás quedó el amor desesperado
          	que no tenía sitio para un beso,
          	hay lugar para todos en el bosque,
          	en la calle, en la casa,
          	hay sitio subterráneo y submarino,
          	qué placer es hallar por fin,
          	subiendo
          	un planeta vacío,
          	grandes estrellas claras como el vodka
          	tan transparentes y deshabitadas,
          	y allí llegar con el primer teléfono
          	para que hablen más tarde tantos hombres
          	de sus enfermedades.
          	
          	Lo importante es apenas divisarse,
          	gritar desde una dura cordillera
          	y ver en la otra punta
          	los pies de una mujer recién llegada.
          	
          	Adelante, salgamos
          	del río sofocante
          	en que con otros peces navegamos
          	desde el alba a la noche migratoria
          	y ahora en este espacio descubierto
          	volemos a la pura soledad.

cosmikzai

EL futuro es espacio,
          espacio color de tierra,
          color de nube,
          color de agua, de aire,
          espacio negro para muchos sueños,
          espacio blanco para toda la nieve,
          para toda la música.
          
          Atrás quedó el amor desesperado
          que no tenía sitio para un beso,
          hay lugar para todos en el bosque,
          en la calle, en la casa,
          hay sitio subterráneo y submarino,
          qué placer es hallar por fin,
          subiendo
          un planeta vacío,
          grandes estrellas claras como el vodka
          tan transparentes y deshabitadas,
          y allí llegar con el primer teléfono
          para que hablen más tarde tantos hombres
          de sus enfermedades.
          
          Lo importante es apenas divisarse,
          gritar desde una dura cordillera
          y ver en la otra punta
          los pies de una mujer recién llegada.
          
          Adelante, salgamos
          del río sofocante
          en que con otros peces navegamos
          desde el alba a la noche migratoria
          y ahora en este espacio descubierto
          volemos a la pura soledad.