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Hermosa. Irreal. Tétrica. Sentía sus ojos clavarse en mi piel como si fuesen un millón de espejos y yo el único reflejo en ellos, un universo entero cuya mirada omnipotente caía en mi nimia forma con una sonrisa.

‎Yōkai cambiaformas, satírica muñequita de porcelana al borde de la ruptura irreparable... 𝓔miko. Sin noción de la edad o altura exacta, pues existe y con eso ha de bastar.
 ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎  ۪‎ ‎  ‎ ‎ ୭𝆆३ ‎ ݂‎ ۪‎ ‎ ‎ ᤴ‎  ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ᣟ‎‎ ‎𓈒𝂅  ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ◞ ۫‎ ‎ 𝅄‎ ‎
🎭 P͟r͟i͟v͟i͟l͟e͟g͟i͟o d͟e͟l B͟u͟f͟ó͟n: Hilando la cruda verdad con la mentira, todo en nombre de la entropía y su propio hedonismo egoísta.
Apariencia que evoca a la imagen de una geisha, ojos completamente oscuros.
Cabellos a nivel de la espalda cuyos extremos bambolean en imitación a tentáculos. Inmortalizada como leyenda urbana: «Emiko-san, la bromista».

Metamorfosis a animales cuyos rostros se deforman grotescamente mientras más se les vea. Lucidez, en intervalos. Encuentra su calma y disfrute en el jaleo incesante, los gritos despavoridos su más adorada cacofonía. 
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