Quiero que pare, quiero ya no sentir, quiero despertar y no sentir ese dolor en ninguna parte de mi cuerpo, quiero sentir que estoy flotando que estoy libre que no cargo más ese dolor incesante, que ya no está, que desapareció, quizás pienses que estoy exagerando pero yo creo que 19 años con esta agonía, es mucho tiempo, y recordar esa niña de 6 años en su habitación llorando desconsoladamente, y el movimiento de sus pies mientras cuenta para así dejar de sentir, esa niña que se adaptó al dolor al sufrimiento, que a través de ese lamentablemente suceso desarrollo resistencia al dolor físico pues aquella agonía nunca desaparecia y estaba constantemente en su vida, esa niña creció y tiene 22 años y el dolor todavía sigue en su cuerpo, ese dolor físico que tiene desde niña, se le sumo el dolor mental, el agotamiento, la desesperanza, aquella mujer de 22 años esta cansada, pues no quiere seguir con ese calvario, y esa niña de 6 años esta dolida, de que pudieron haber echo más y no lo hicieron, que simplemente la dejaron a su suerte con ese DOLOR tan inmenso que nunca se fué.
Daimar IG.