El tiempo trasciende, al igual que la mente, sueños, anhelos y esperanzas se juntan continuamente para darle sentido a una vida que el entorno se ha encargado de coaccionar, pero más allá de eso, nuestros pensamientos se han visto subordinados a la obediencia de un qué hacer que en muchas ocasiones no representa nuestros verdaderos deseos.

Sentimientos y delirios se entrelazan, mariposas búho nos rodean y acorralan, nos engañan y tergiversan nuestra realidad, pero la verdadera supresión yace en nuestra mente, el sistema te denigra y amplia el espectro de conformidad.

Valles surrealistas se albergan en mi subconsciente, siluetas sinuosas se acumulan y aumentan el estadio de mi locura subyacente. La matrix se ha visto expuesta, las ondas han alterado su frecuencia, el cristal colapsa y se resquebraja en un segundo, quedando expuesta su verdadera naturaleza...la de un ser inofensivo y asustado, que busca una salida a esta intrigante verdad que es necesaria expandir, descubrir y observar más allá de lo que nos pueda brindar la miserable experiencia otorgada por la rutina.