No hay versos que se entiendan como aquellos que fueron escritos por Neruda. No hay frases que impactan tanto como aquellas escritas con el corazón. No hay sol que no alumbre como aquellos deslumbrantes ojos que imponen presencia y terminan asfixiandome.
Sos diferente me dijeron, y eso me sienta tan bien como escribir en pleno llanto. La diferencia es quien marca el cambio, y no todos conseguimos ese sentimiento u opinión respecto las personas.
Me encuento en el rincón del gimnasio de mi Instituto, apoyando mi certamen literario desde fuera, ya que, inconsciente por la lujuria de no querer participar terminé dejando todo aquello que me inspira a vivir de lado. Imagino como sería haber terminado al menos con un triunfo en mi carrera de escritor, pero sólo es un mero pensamiento que se refleja en arrepentimiento.
Pero me voy de tema, como casi siempre lo hago. He estado recorriendo miles de lugares especiales y recónditos que no aquellos llamados "todos" pueden recorrer. He estado mirando con curiosidad lo que no debo mirar.
Y aún así, hace un mes sigo sin encontrarle sentido a las palabras abstractas y con poco sentido que salen de mis dedos. Ya llegará aquél día que llegue a volver a entenderme, pero sólo se debe de llevar con paciencia.
Att: no me entiendo je.