No lo negaré, tienes razón en eso.
Muchas veces vengo acá y me entran las ganas de irme para nunca volver, pero luego apareces tú o Akemi y siento que todo aspecto de mi vida vuelve a tener color y deja de ser un gris monótono.
Tú tienes facilidad de muchas cosas conmigo, ya me he dado cuenta de eso y en gran parte me alegra, porque son pocas las personas que tienen la capacidad de aquello.
¿Me creerás si te digo que yo también quiero llorar? No suelo soltar lágrima porque me siento impotente e inseguro, pero en verdad, quisiera sólo tirarme a llorar y esperar que todos mis dilemas dejen de existir.