me embelesa desde la raíz que tu dulce nana se encargue de enseñarte a profundidad la cultura en la que te desenvuelves a partir de tu propia génesis, he imaginado las charlas que pudiste entablar a su lado y resiento un bombeo de dulzor en mi latente, demasiado letal si me lo preguntas. agrego que es notorio tu aprecio por tu identidad italiana, factor que genera destellos en mis pupilas. [ * ] ¿me creerías si te dijera que hace días vislumbré el icónico metraje del roedor por enésima vez? las pizcas de encantamiento que derrama en mi ánima son incomparables, y que hagas esa comparativa se lleva un famoso «chef's kiss» de mi parte, hay mucho por analizar de su narrativa. me resulta una maravilla que hayan sabores, aromas, imágenes y un conjunto de estímulos que activan nuestros sentidos y nos suscitan remembranzas en un chasqueo, inminentemente ocasiona nostalgia y te detienes a pensar en lo que viviste en esos instantes del pasado. ¿tenemos un pacto, damon? por supuesto que lo tenemos, no perdería la prestigiosa oportunidad de ahondar en la gastronomía de tu enigmática residencia y experimentar similitudes en conjunto.