Marta, gran parte de la persona en la que me convertí hoy en día te lo debo a vos. Y estoy tan agradecida en este momento, siendo consciente de cada cosa que vivimos. Y también estuve agradecida cuando te conocí. Y esa chica a la que todos dieron la espalda por sus errores en las noches frías del 2021, también está agradecida con vos. O la chica del 2023 que sufría por la decepción académica que estaba siendo para su familia, también está agradecida con vos. La chica que ve películas o videos chistosos en Rave, está agradecida con vos. La chica del 2019 que hablaba hasta cansarse en fake con vos, también está agradecida. La del 2024, herida y sufriendo por un mal de amores, está agradecida con vos. Cada una de mis versiones, en cada una de sus etapas y años, está igual de agradecida. Fuiste una persona que además de cambiarme, tuviste la mala suerte de presenciar cada uno de mis alter-egos y a pesar de lo insoportables que llegaban a ser, decidiste quedarte. Decidiste mostrarme el amor incondicional. Y por ese amor, mejoré.
Mi Marta, la mano de luz que apareció entre las nubes para salvarme de las profundidades en las que me estaba hundiendo.
Mi Marta, mi chiquita, mi española, mi otra mitad, mi alma gemela, ¿sabías que nuestras almas están atadas? Y lo estarán siempre. No creo en la eternidad física, pero sí en la espiritual. Y mi espíritu, en cuanto le compete, siempre va a estar unido al tuyo. Mi alma entera. Podría separarme de vos, pero nunca dejar de estar con vos. Nunca dejar de amarte. No sé que nos depara el futuro, pero sin importar el camino, las peleas que pueda haber (por las que lucharía en regresar a vos), o el alejamiento que pueda haber entre nosotras, mi corazón entero nunca va a dejar de sentir un cariño inquebrantable por el tuyo. Mi alma nunca va a dejar de acompañarte y amarte.