Extraño tanto hablar con mis amigos.
Más que todo extraño a el chico sad porque sabía que lo estaba ayudando. Aunque sea a la distancia me sentía útil.
Me sentía como alguien ayudando a un necesitado.
No lo conocía mucho.
No me hablaba tanto de él.
Pero lo que era seguro era que le gustaba mucho el anime.
No me hacía reír, a decir verdad, muy pocos chicos me hicieron reír.
Solo sonreír.
No era como yo.
Era distinto.
Su actitud triste, su indiferencia a la sociedad.
Todo era distinto a lo que yo conocía.
Y yo era tan alegre, con mi locura, mis ganas de molestar, de escribirle canciones para alamarlo.
Era divertido hacer eso porque él no me entendía. Y yo solo podía reírme de mis locuras.
Lo extraño, aunque no lo conocí tanto.