Lo único que ansiaba, lo único que quería con todas mis fuerzas era un abrazo de el, o simplemente olvidarlo, porque estar con él era tocar el cielo, pero estar sin él era la misma muerte, porque aún así no dejaba de aparecer constantemente en mi cabeza recordándome que cada día que pasaba era un día sin el, un día sin su aroma, un día sin sus abrazos, un día sin sus besos, un día sin su humor, un día sin su inteligencia, un día más. Deseaba abrazarlo para volver a tocar el cielo por ultima vez o deseaba olvidarlo, no importaba no volver a tocar el cielo, aunque en un rincón de mi alama dolía, pero olvidándolo jamás volvería a estar con la muerte, estaría en paz aunque claro con un dolor enorme, pero a pesar de ser enorme, aquello ya estaba en el pasado, aquello ya no dolía en el presente y aquello seria un recuerdo en el futuro.