Era una noche fresca, las nubes tapaban a la luna y a las estrellas impidiendo a su bella luz iluminar el cielo e invitó a unas pocas gotas de agua a caer hasta las superficies a las cuales llegaban. El frío no era lo suficientemente potente cómo para enfermarse con facilidad, sin embargo, era notable en toda la ciudad, más en la guarida secreta del supervillano, The Lobe que por su propio cuidado tenía ventanas y gracias a la fácil forma de guardar calor en ese sitio, él dejaba abierta algunas de ellas, pero no era descuidado, solo un tanto vago para en vez de ponerse una campera o buzo ponerse una manta.
Hablando del malvado Lobe, él estaba desperdiciando la noche en sus monitores para crear una nueva arma para derrotar al heroe de Washigton... O solo para despejarse de su horrible sobre-pensamiento. Su hijo adoptivo ya había intentado sacarlo de ahí de forma ingeniosa, pero amable, fracasando gracias al dulce y bajo tono que le había dado nuestro maligno hombre.
Sus ojos mostraban cansancio y frustración, las bolsas grises debajo de estos eran imposibles de ocultar, sin embargo, en el fondo sabía que podría estar hasta la madrugada gastanto tiempo y aire en sus aburridas actividades... Al menos eso pensaba, hasta oír un leve ruido proveniente de atrás suya, volteó con poca gana pensando que era su hijo otra vez, pero el realidad no había nadie ahí. Cuando iba a volver a su trabajo, notó que arriba de la computadora y en el techo había burbujas de color morado, provocándole un sobresalto y casi caerse gracias a la manta que aun tenía, usándola al poco tiempo para esconder su cuerpo, buscando protección y salvación con esta.
Intentó hablar, pero solo lanzó simples balbuceos, enseñando que estaba aterrorizado y que esta invasión lo tenía rendido totalmente.
# ula
M dió weba el separador JAKAKAU