⠀⠀ ᮫ 𓍚ํֻㅤ

@dmzyptt  
          
          volteo la cabeza por pura inercia, ese susurro final... no era algo que viniese venir pero le dejo cierta incertidumbre, una confusión latente que no podía entender.
          
          comprendía que si lo requería en dichas condiciones sería para comportarse como amigos nuevamente, lejos de cualquier ojo curioso, pero a su vez se sentía tan repentino, la sorpresa era lo que le había dado vueltas en la cabeza.
          
          después de unos momentos el lider se fue, el dueño de todo lo que los rodeaba y sus vidas incluso, Erikk dejo salir un suspiro pesado, antes de agacharse y volver a cargar al infante que pataleo un poco por frustración.
          
          ───── quería ver magia... ───── dijo en un puchero, pero aun siendo un niño no era tonto, se daba cuenta que ponerse de exigente no era una buena alternativa.
          
          ───── debes aprender a comportarte... hah, tengo un largo trabajo ─────
          
          

@dmzyptt  
          
          por irónico e irreal que sonase, Erikk podría afirmar que Zephyr era un amuleto de buena suerte.
          
          ¿por qué? ¿qué le llevaría a considerarlo siquiera? ¡era bastante simple! el castaño jamás había gozado de dichas en su vida, todo había sido siempre cuesta abajo, no tenía amigos o siquiera conocidos que lo trataran decentemente... y realmente no podía destacar nada positivo de su existencia hasta antes de conocer a aquel tirano.
          
          había conseguido un amigo, había obtenido estabilidad, y dentro de lo que cabia... se sentía seguro.
          
          por que claro, un paso en falso y su vida terminaría pero, ¡eso era incluso algo prestablecido! sabía lo que iba a ocurrir y no debía preocuparse por resultados distintos, antes simplemente vivía día a día, sin saber que esperar de cada trágica mañana.
          
          aunque tal vez aquello solo era el confirmismo y baja autoestima de Erikk hablando... 
          
          se mentuvo recto, escuchando las palabras de su lider y absorbiendolas como una esponja, claro que debía de esforzarse más, debía de cometer menos fallos y así podrían continuar con su relación de compañerismo.
          
          debía de esforzarse, para ser un soldado cualquiera, y a su vez amigo del todopoderoso.
          
          simplemente asintió, tenía claro lo que debía de hacer, no más juegos, no más distracciones, ¡solo trabajo duro! aunque hubo algo que llamo su atención.
          
          

─── Los de clase baja, con sus constantes y vacías disculpas… ─── su tono era lento y calculado, cada palabra diseñada para humillarlo ───. ¿De verdad creen que jugar en mi palacio es una falta insignificante? ¿Es que han olvidado que aunque se les otorguen algunas migajas de libertad, aún están a merced de mi benevolencia? Una benevolencia que, te aseguro, puede agotarse en cualquier momento.
          
          Zephyr caminó lentamente alrededor de su subordinado, cada paso resonando con un propósito en especial. Se acercó al oído de Erikk, dejando que el aire entre ambos se volviera espeso y cargado de tensión. Su voz, baja y cargada de malicia, acaricio su oído con una promesa velada:
          
          ─── Después de educar a ese malcriado... ven a mi habitación esta noche, Erikk. ~
          
          Una sonrisa fría se curvó en sus labios mientras se alejaba, sin mirar atrás, dejando en el aire la insinuación pesada y oscura.
          
          @backnpc__  

Las palabras del todopoderoso Zephyr carecían del rigor imparable que tanto solía emplear con otros, sus gestos decían todo. Erikk, sumiso y diligente como siempre, no osaba contradecirle. Aunque la sombra de la camaradería se cerniera sobre ellos, en público la diferencia entre sus posiciones sociales era inmutable. Podían compartir palabras, pero jamás serían iguales ante los ojos de los demás. 
          
          La mirada de Zephyr se agudizó, como si alguien le estuviera observando desde las sombras. Una sensación incómoda, tal vez producto de la paranoia o de la conciencia que estaba alerta, los mantenía en vigilia.
          
          Las emociones que surgían al tratar con Erikk le disgustaba, una combinación de incomodidad y placer que nunca admitiría en voz alta. En el fondo, disfrutaba hablando con desprecio hacia los de clase inferior, imponiendo su dominio con cada palabra. Sin embargo, cuando se trataba de él, esa satisfacción se intensificaba de una manera inquietante. A pesar de la distancia que debía mantener, sentía un anhelo de convivir con él, de romper las barreras que su posición le imponía. No era algo que un hombre de su estatus pudiera permitirse. Sería inaceptable para su reputación. No podía mostrarse vulnerable, no con él.
          
          Aún así, su Erikk siempre sería perdonado.
          
          Con una sonrisa torcida y una mirada que contenía su desdén, se volvió hacia su subordinado, su voz se arrastró con veneno.
          
          @backnpc__  

@dmzyptt  
          
          y con eso, Erikk volvió a ver a su lider, llevándose una mano al pecho y queriendo usar un tono más seguro, deseando reflejar la valentía y coraje que jamás tuvo ───── educare adecuadamente a este niño, no volvera a ocurrir ni una imprudencia más, cuando menos lo espere... ¡sera apto para convertirse en un soldado más! al servició de usted, mi señor... ───── palabras endulzadas que buscaban contentar al lider supremo, pero no era suficiente, aun faltaba algo ───── Luciel, disculpate apropiadamente con el señor todopoderoso Zephyr ───── no era una petición, era una orden directa para el niño.
          
          y conociéndolo a como lo conocía, iba a obedecer por mera combeniencia propia...
          
          ───── lo siento mucho señor todopoderoso... ───── dijo el niño en un tono bajo, pareciendo arrepentido y al borde del llanto por su falta tan grande ante el lider, al igual que había visto a Erikk hacer antes, se inclinó un poco en señal de respeto y... ¡era un actor de primera sin lugar a duda! 
          
          

@dmzyptt  
          
          ╱                                      el compañerismo quedaba en segundo plano en cuanto estaban a la luz pública, a pesar de conocerle, a pesar de haber compartido momentos tan íntimos y personales, Erikk sabía perfectamente que por mejor que fuese su relación, Zephyr estaba sujeto a muchos factores externos, su posición era el mayor de estos, la reputación que tenía consigo y lo perjudicial que sería que se supiese que mantenía una amistad tan simplista con un hombre desdichado y sin poder alguno como Erikk.
          
          Zephyr por naturaleza propia era intimidante, hubo veces donde esto no era resaltante, pero era una característica que llevaba en la sangre misma.
          
          ───── ¡no, mi señor, claro que no lo es! ───── se apresuró a decir, esperando no sonar demasiado imprudente al momento de contestar, pero el hecho era que el castaño en ningún momento hubiese querido faltar el respetó al imperio del tirano con algo tan mundano como un juego infantil, ni siquiera había sido una posibilidad que se le pasase por la cabeza por más obvia que pareciese.
          
          lo siguiente que hizo fue dejar con cuidado al infante en el suelo, indicándole que se posicionara detrás de él, y para su suerte Luciel acato la orden, poniéndose detras y casi que abrazándole de las piernas, el mocoso era adorable cuando se lo proponía...
          
          

Erikk, su siervo más próximo, mantenía una figura lamentable de sometimiento, agradar a las multitudes que deseaban tumulto y reconocimiento. La deshonra pública de aquellos que se sometían por un poco de gloria solo servía para reforzar la cruel realidad: la clase baja estaba destinada a humillarse ante los líderes que ansiaban el poder absoluto. La supremacía y el control eran despiadados, y no había lugar para la clemencia en su señorío absoluto.
          
          Zephyr observó a Erikk inclinarse ante él, el desprecio señala cada rasgo de su rostro. La entrega servil era un encanto en pautas de obediencia, pero también avivaba una inquietante necesidad en él. Parte del tirano  deseaba que su centinela demostrara una chispa de valentía, un atisbo de rebeldía, quizás un estallido de ira que le retara. Sin embargo, no había sido lo suficientemente severo para provocar tal reacción. ¿Por qué esta idea le resultaba tan fascinante? La imagen de un hombre íntegro no incluía a un bruto, pero había algo perversamente atractivo en esa lucha interna.
          
          ─── ¿Crees que esté palacio es un lugar para juegos infantiles y alborotos? Los niños deben aprender que sus acciones tienen consecuencias ─── se inclinó ligeramente, sus ojos chispearon con una amenaza casi letal ─── Si no puedes disciplinar a un niño, entonces ¿cómo esperas cumplir con tu deber? ¿Quieres que este pequeño termine como sus padres, arruinado, con una muerte trágica?
          
          ─── Este niño no tiene el permiso de dirigirse a mí, y tú, Erikk, no estás haciendo nada para corregirlo. ¿Es así como entrenas a un futuro soldado? ¿De esta forma aseguras que entiendan el respeto y la obediencia? ─── la última pregunta salió de sus labios con un tono juguetón, estaba divirtiéndose con Erikk, por supuesto.
          
          No es como que realmente estuviera hablando en serio, ¿o realmente lo hacía?
          
          @backnpc__  

@dmzyptt  
          
          ╱                                 la jerarquía de poder era algo inamovible que no debía cuestionarse, los más debiles no tenían ni una forma de oponerse a aquellos que lideraban el mundo al ser bendecidos con una fuerza desproporcionada, y por más injusto que fuese, seguía siendo la ley más básica de la vida.
          
          la ley del más fuerte, donde aquellos sin bendicion alguna eran sometidos por los privilegiados.
          
          Zephyr, era quien se encontraría en lo más alto de la cadena alimenticia, y Erikk en el abismo más oscuro y recóndito, volviendo aun más curioso que tuviesen una amistad tan buena, cunado lo único que debería pasar entre ellos fuese igual a lo que los lobos hacían con los conejos.
          
          ───── yo–... iba saliendo de mi entrenamiento por lo que– ───── quiso explicar su versión, pero no estaban bromeando a solas y siendo compañeros, estaban en mitad del pasillo en sus posiciones públicas, por lo que termino tragando ondo por el nerviosismo e inclinándose en señal de arrepentimiento aun con el niño en brazos, que se aferro al hombre para evitar caerse ───── lo lamento, mi señor, no volverá a ocurrir e ire inmediatamente a cumplir con mis labores ───── 
          
          mostrarse sumiso y temeroso era la manera de convivir ante los ojos del público, como si estuviesen en una obra de teatro, actuando para complacer a los observadores curiosos, para salvar la carrera del tirano y que siguiese siendo la superestrella como siempre, aquel ser casi celestial.
          
          se enderezó poco después, y volvió a observar a su lider, con cierta inquetud por ese comentario.
          
          ───── estoy trabajando en educarlo correctamente, pero... sí, es un poco complicado ───── Luciel le miro con cierta molestía, ¡no podía estar dejándolo como un malcriado delante de aquel hombre con magia! 
          
          ───── me porto bien ───── afirmó poco después el infante, haciendo un pequeño puchero mientras se cruzaba de brazos. 
          
          

En lo profundo de su corazón, Zephyr sintió una contienda interior al guardar una paciencia de malicia ante la única persona capaz de vislumbrar más allá de su título.
          
          Aunque no deseaba proyectar una crueldad inútil, en un entorno donde cada error podía ser motivo de cuestionamientos, cualquier señal de bondad podría ser malentendida  y poner en riesgo su reputación. La vivencia de enfrentar problemas con su autoridad le hacía ser conocido de que una sola falta podría desplomar el estatus que construyó.
          
          El tirano respiró hondo, un suspiro del peso de sus responsabilidades. La palabrería era fácilmente articulable, pero el tormento en su pecho continuaba presente. Con un leve movimiento de sus manos, agregó:
          
          ─── ¿Jugar a las atrapadas durante tu hora de oficio? ─── su voz resonó con típica frialdad cortante ─── Este no es un lugar de beneficencia para juegos infantiles, Erikk ─── movió la cabeza en un gesto de desaprobación, sus ojos se deslizaron con desdén sobre su inepto soldado.
          
          Su mirada se dirigió entonces al niño, cuya presencia se hacía evidente. El desafío brillaba en los ojos del infante mientras observaba, sin inmutarse, a Zephyr. 
          
          ─── Tienes mucho trabajo por delante con este niño ─── frunció su ceño ─── Incluso su mirada refleja una rebeldía que no puedes permitirte ignorar.
          
          @backnpc__  

@dmzyptt  
          
          ╱                                   el ciclo perpetuo de infortunio en su vida continuaba perpetuandose, todo a su alrededor le recordaba que era el hombre más desdichado que había pisado la faz de la tierra.
          
          después de tomar al infante entre sus brazos se topo con la ineserada vista de su lider frente a él, se paralizo incluso por unos segundos... aun con la confianza que existía entre ellos dos, los momentos tan íntimos que habían compartido, sabía que en público debía de actuar como cualquier otro soldado, como uno más del monton que no tendría una amistad con el tirano.
          
          ───── ¡mi señor! ───── se apuró a enderezarse, una gota de sudor bajo por su frente, y al tener a Luciel entre sus brazos no podía secarla ───── tengo a Luciel bien supervisado, únicamente... jugábamos a las atrapadas ───── pensó por unos segundos, ¿qué tan apropiado era eso en sí? después de todo era el palacio de un señor del mal... no era normal que hubiese gente jugando tan libremente.
          
          aquel niño de cabello blanco y ojos azules observo directamente al elfo, otra vez estaba frente a él su oportunidad de ver magia, a él no le importaba su posición o poderes, ¡solo queria ver magia! la ilusión inocente de un niño apático y descarado.