⠀⠀⠀

✿ JO SUA :
          
          La castaña había tenido un día horrible. Uno que, para cualquiera que la mirara desde afuera, resultaría casi ridículo. ¿Cómo podía alguien como ella tener un mal día? Pero para Sua, fallar un examen por primera vez no era un simple tropiezo: era una herida directa a su orgullo. Y eso la tenía de un humor peligrosamente bajo.
          
          Decidió no volver a casa. En su lugar, se refugió en lo único que siempre lograba devolverle algo de control: las compras. Pasó horas recorriendo el centro comercial, entrando y saliendo de boutiques, probándose las nuevas colecciones de sus marcas favoritas. No escatimó en gastos; terminó comprando casi un guardarropa completo. Poco a poco, su ánimo comenzó a estabilizarse… hasta que todo se arruinó en un segundo.
          
          Sintió el golpe antes de procesarlo. El impacto, el calor repentino y luego la sensación desagradable sobre la tela. Bajó la mirada y vio cómo la comida se deslizaba por su chaqueta favorita, una pieza de edición limitada. Su expresión se endureció al instante, el brillo satisfecho de antes desapareciendo por completo mientras escuchaba las disculpas atropelladas de la otra persona.
          
          Levantó la vista lentamente, encontrándose con un joven repartidor. Lo observó de arriba abajo con una mirada oscura, fría, casi clínica.
          
          —Deberías tener más cuidado —dijo, con una voz baja pero firme—. Esta chaqueta vale más que tu sueldo de un año.
          
          No alzó la voz ni gesticuló. No lo necesitaba. El desprecio estaba en el tono, en la forma en que lo miraba como si fuera un inconveniente más en su día.
          
          Para Jo Sua, ese error bastaba para formarse una opinión inmediata. No solía juzgar a la gente a la ligera, pero haber manchado su prenda favorita fue suficiente para despertar algo que rozaba el odio.
          
          Desvió la mirada hacia la mancha, apretando ligeramente los labios.
          
          —Solo espero que esto salga… —murmuró, más para sí misma que para él, mientras evaluaba el daño con evidente irritación.

Saeyoung, o como el mundo la conocía, Yaeng, disfrutaba de la calma de su departamento. Sentada en el sofá, con una taza de café entre las manos, dejaba que el tiempo pasara sin apuro. No tenía horarios, ni ensayos, ni sonrisas obligatorias. Tener días libres por estar en una especie de hiatus le resultaba extraño, pero había aprendido a encontrar cierta paz en esos momentos simples.
          
          Decidió ir a la cocina, más por costumbre que por hambre. Encendió la estufa y dejó una sartén al fuego mientras su mente vagaba sin rumbo. El silencio era cómodo, casi agradable.
          
          Hasta que el olor cambió.
          
          Al girarse, vio el humo elevarse con rapidez. El fuego había crecido más de lo que esperaba, avanzando sin pedir permiso. El corazón se le aceleró, dio un paso atrás y tosió cuando el humo le picó en los ojos.
          
          —No… —murmuró, intentando mantener la calma.
          
          Tomó el teléfono y llamó a emergencias, su voz firme a pesar del temblor en las manos. Se alejó de la cocina, apoyándose en la pared del pasillo, observando cómo el humo llenaba el aire, y sus pulmones.
          
          Su día tranquilo acababa de terminar, y aunque parecía que estaba calmada, su corazón temblaba y su cabeza daba vueltas mientras esperaba la llegada de los bomberos.
          
          @ yaeng

No dejaba de pensar de si realmente había tomado la opción correcta. Ella, la alegre y espontánea pero meticulosa Catherine Boomin se encontraba desorientada, tratando de buscarle un ritmo, un rumbo a su vida.
          
          Pero sus pasos no cesaban, sin importar cuánto estaba sobrepensando ese momento. Ella nunca pensó que acabaría visitando un psicólogo, y memos por recomendación de su agencia. Sabía que no era perfecta, pues nadie lo era, pero. . . ¿tanto así como para visitar un profesional de la mente?
          
          En cierta parte, estaba segura de que sabía, o al menos quería pensar que sabía, cuáles eran los motivos de que le hayan casi que impuesto ir a una clínica psicológica. "Estás sobre esforzándote" "Piensas que todo va bien, no es así" "Tienes que mirar más allá" "Te estás olvidando de ser tú misma" "Ser una buena líder también significa cuidar de tu propia mente". . .  Aquellas frases no paraban de sonar una y otra vez en su mente, compañeras, el manager y hasta el propio ceo haciéndole ver que estaba empezando a caer en un pozo sin fondo. Apenas dormía y ¿comer? cuando se acordaba. Todo era trabajo, bailar, producir caciones, dirigir al grupo. . . No tenía descanso, pero porque ella misma no se lo imponía.
          
          Al darse cuenta y levantar la vista del folleto y la nota con la cita, ya estaba dentro de la clínica. En recepción preguntó por la persona que la atendería y una vez sabida la sala, caminó hasta la puerta, armándose de valor y tocando, esperando una respuesta
          
          @ somine
          
          
          //mod: como dato, somine es su nombre artístico, su nombre real es Catherine Boomin Seo, y como dato extra es irlandesa-coreana

agradecería si me ayudarían votando 
          por el diseño por cual les gusta
          (aquí jessly bn indecisa)
          
          https://www.instagram.com/stories/dollyssys/3787865575113237961?utm_source=ig_story_item_share&igsh=YTVtNW56cWI3anMy

★ : le busco amigos a mis fks
          y d paso saquen plan para yo
          ya no aburrirme.

holaaa vi que me habías respondido en mi tablero y de verdad una disculpa que no te respondí tt lo acabo de recordar y vi que borraste el mensaje, LO SIENTO