A veces se preguntaba en dónde se encontraba el soñador, desde aquella noche que se quedó a dormir en su casa no lo había vuelto a ver, ¿cuánto pasaron? ¿dos, tres meses? si no fuera por algo que poseía con él desde ese mismo día incluso dudaría que dicha noche se hubiera dado de verdad.
La única prueba concluyente de esto era un pequeño objeto que cargaba en sus manos justo ahora, uno que le pertenecía a dicho soñador; un diario personal.
Leer las experiencias, estados de ánimo o secretos de otros era sin duda algo que muchos no se atreverian a hacer, después de todo estaba mal ¿no?. Pues ser el guardián de los universos incluía tener cero respeto a la privacidad, los vigilaba por trabajo e incluso a veces lo hacia solo por mero entretenimiento, lo cual no ayudaba al impulso de leer el contenido del dichoso diario.
Tan pronto como Dream se fue de la pijamada comenzo con la "novela", no lo había dudado ni dos veces...
Algunas de las páginas relataban los sentimientos del dueño hacia el pintor, existían quejas, cumplidos, diversas cosas parecidas logró leer, como si fuera alguna reseña describiendo sus características y personalidad desde los ojos y a palabras de Dream. Y ahora que lo pensaba aquel diario era la misma prueba que pudo mostrarle al rey de las pesadilla sobre las personas que ha "enamorado" con sus grandes "encantos" ¡en tu cara Nightmare número lo que sea! aunque claro que jamás se la hubiese enseñado, no vaya a ser que perdiera su novela por algo tan trivial como lo era eso.
Dejando eso de lado; el lugar en donde se hallaba era un pequeño parque que solía frecuentar escasas veces cuando se tomaba un leve descanso, en esos momentos sentando en una banca portaba el diario de dream con él, como si se encontrara tranquilamente leyendo un periódico. Divertidas imágenes mentales rondaban por su cabeza mediante continuaba con la lectura, como un mini-Dream narrando o interpretando lo relatado en cada página.
