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Tenía revisión en el médico, aún le era vergonzoso ir sola pero esa vez lo requería, tenían complicaciones en su trabajo. Llegó al destino y antes que nada se despidió del chófer, saliendo apresurada de ahí por los nervios.
Entró en el hospital, lentamente fue a recepción para indicar la cita; se dirigió a donde la indicaron con los nervios a flor de piel. No debería estar tan nerviosa por una nimiedad, una revisión.
Entró a la sala de espera observando que solo había un asiento al lado de un chico rubio. Una mala suerte, quería poder sentarse lejos de la gente. Fue al sitio y con elegancia se sentó, tampoco quería parecer una sin modales y menos en esos tipos de sitio. Sacó su móvil para teclear un mensaje a su amigos de que había llegado.
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Le había divertido el dejé de picardía, hasta le hizo sonreír enseñando los dientes. Holly no era tonta, sabía perfectamente que el otro estaba buscando la manera de hablar con ella por eso se adelantó a los hechos. Aunque no era tanto, era una pequeña presentación al contrario que tal vez no lo vuelva a ver.
Una suave risa se escuchó en el aire al ver su pequeña reacción; tal vez pasaba demasiado tiempo con Dereck. Ella también se posicionó para verlo mejor y no solo de reojo.
Sí, normalmente le decían que parecía menor por su... Altura. Soltó un suspiro sin alterarse o sin que le molestara algo a lo que ya estaba acostumbrada a escuchar. Aunque estar triste le duró 0,1 segundos al escuchar lo siguiente dicho.
─────── Sí, tengo diecinueve. Que sea bajita no hace que sea menor.
Sus mejillas se colorearon y, sin embargo, no apartó la mirada del chico es mas, tenía una sonrisa bastante amplia. Sus manos se habían dirigió a la falda de su vestido azul en su regazo y empezó a toquetear nerviosa el borde.
─────── Coincido, sería mejor si no estuvieramos aquí. ¿Qué te parece darme tu número de contacto? Así nos conocemos pero no es un hospital.
Bromeó aunque sí quería conocerlo, le llamó bastante la atención. Estaba tan decidida que hasta le ofreció su teléfono para que tomara su número.
─────── Oh... Tal vez soy demasiado directa. Me acostumbré a ser así.
eder-mont
Tan afable fue ella con el, en su trato, su sonrisa, ¡Lo emociono tanto! No sé limito al corresponder la sonrisa ajena con igual amabilidad, incluso ese dejo de picardía que en el siempre se notaba, tomando los papeles entre sus manos nuevamente.
────── Gracias. . . Que amable~ ── Alargó la sílaba, casi cantando mientras volvía a estar en una correcta posición sobre esa incómoda silla del área de espera. «Bien, primer paso hecho» Pensó, ya maquinando el siguiente, una tontería de preguntar si tenía la hora o parecido, solo por mantener la charla y capaz llegar a conocer su nombre; Pero entonces ella tomo el paso, y lo descolocó un poco.
Era genial, claro, pero generalmente era el quien hacía eso; Aunque ya había tenido la atención ajena sobre el antes. Carraspeando un poco, mantuvo aquellas comisuras en lo alto, sus ojos parpadeando suavemente mientras pasaba de sus manos con los papeles al rostro ajeno, girandose en su lugar lentamente para tomar un dirección más recta a ella.
────── Eder, Eder Montague. ── Respondió con un igual dé información, escuchando con atención y ánimo la charla. ─── ¿Tu crees? Luces muy joven para tener diecinueve como yo. . . Es un placer, Holly. Bueno, lo sería más si no fuera porque ambos estamos en el médico. ─── Hallando diversión en su situación, agrego aquel comentario con la intención de mantener una charla entretenida.
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No iba a admitir que miraba de reojo al chico de al lado. Le había llamado algo la atención, sin embargo, su atención se desvió a otra parte enseguida. Tampoco quería parecer una acosadora ni nada por el estilo. No se veía muchas veces a un chico con ese tipo de rubio ¿o era su bronceado? No lo sabía pero daba igual, no iba a hablar con él.
Eso pensó hasta que notó como el otro se removía un poco, cayendo a sus pies esos papeles. Apoyó una mano en el rubio para detenerlo de que se moviera más y se inclinó ella, recogiendo los papeles. Mostró una sonrisa agradable.
─────── No pasa nada. A mí también me podía haber pasado. Aquí tienes.
Le devolvió los papeles con delicadeza y algo de nerviosismo. Tomó aire y lo expulsó. Si le había llamado la atención ¿por qué no preguntar su nombre? No era tan fácil. Una de sus manos subió para ponerse el pelo detrás de la oreja, su mirada había bajado al suelo. Finalmente la subió para mirar al contrario dándose pequeñas fuerzas.
─────── Me llamo Holly. Parece que tenemos la misma edad.
