No pude anticipar lo que iba a suceder, o quién sería la causa. No tengo más teclas, o color que dedicarte, así que he decidido escribir. Escribir hasta que mi corazón se drene en la punta de mis dedos y se quede plasmado en el papel.
Quiero estar contigo. Quiero abrazarte, tocarte y sentir que tu latido llama a mi puerta. Quiero tenerte y no puedo, y ahora ni siquiera me permites olvidarte. Si tan solo no hubiéramos confesado, si tan solo no hubiera volteado dónde tu estabas.
Si hubiéras llegado antes, no me habría enamorado...