excelente amanecer, almíbar (aunque por estos lares ya sea “tarde”); me complace por fin conocer tu epígrafe. caleb, caleb, caleb, qué nombre más gustoso tienes tú. me agradaría que me cuentes qué tal estuvo tu día ayer ya que te desapareciste de la nada y quedé esperando tu mensaje sentado en un pequeño rincón como aquellos críos que son olvidados a la hora de salida del jardín infantil.